España y Brasil zanjan con controles mixtos la 'crisis de las deportaciones'

El Mundo, OLGA R. SANMARTIN, 02-04-2008

La crisis de las deportaciones, que durante todo marzo ha tenido enfrentados a los gobiernos de España y Brasil, ha quedado zanjada. Al menos de momento. Los representantes en cuestiones migratorias de ambos países limaron ayer sus asperezas con un apretón de manos, un largo almuerzo y una lista con seis buenas intenciones.


Entre ellas, el compromiso de aumentar la comunicación entre las autoridades y de reforzar la cooperación policial. Para tal fin se crearán equipos fronterizos mixtos, de forma que haya agentes brasileños en los controles que se realizan en los aeropuertos españoles, y viceversa.


Durante el encuentro – que fue acordado telefónicamente el 12 de marzo entre el ministro Miguel Angel Moratinos y su homólogo, Celso Amorim – , se analizaron las denuncias realizadas por los afectados, tanto españoles como brasileños, que se han quejado de sufrir maltrato por parte de las policías migratorias de ambos países. Ambas delegaciones reconocieron, en un comunicado conjunto, que habrá que «perfeccionar» los mecanismos de control migratorio y «mejorar» la situación de los no admitidos en los aeropuertos. Por eso, ayer se revisaron «las condiciones en lo referente a la asistencia jurídica, manutención, higiene, comunicaciones y acceso al equipaje». Eso sí, los requisitos para entrar en España se mantendrán como hasta ahora, según fuentes diplomáticas, porque así lo manda la normativa europea de Schengen.


En la reunión – que comenzó a las 11.00 horas y no terminó hasta cerca de las 18.00 horas – se decidió también poner cajeros automáticos al alcance de los viajeros en el área de control migratorio. A los extranjeros que quieren entrar en España se les exige un mínimo de 540 euros (en efectivo o demostrándolo con un extracto de su cuenta expedido por el banco). Muchos viajeros han sido deportados por no llevar este dinero.


Según fuentes de la embajada brasileña, desde el 1 de enero hasta el martes de la semana pasada fueron rechazados 1.158 brasileños en el aeropuerto madrileño de Barajas, cuando durante todo 2007 fueron inadmitidos 2.764. En aplicación del principio de reciprocidad, Brasil ha enviado de vuelta a casa a más de una veintena de españoles.

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