FORMULA 1 / Escándalo en la Federación

Clamor contra Max Mosley

El Mundo, EDUARDO SUAREZ. Corresponsal, 01-04-2008

LAS ASOCIACIONES JUDIAS PIDEN SU DIMISION TRAS APARECER EN UNA ORGIA DE RESONANCIAS NAZIS – LA FIA DICE QUE ES UN ASUNTO PRIVADO Freud no habría tenido ni para empezar con la rocambolesca historia del presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, hijo del líder de los fascistas británicos y cazado in fraganti en una orgía sadomasoquista con cinco prostitutas y atrezzo de resonancias hitlerianas.


A Mosley le llovieron ayer las críticas desde todos los ámbitos. La FIA, sin embargo, prefirió tratar lo ocurrido como un problema privado y, en el horizonte, no se perciben signos de cese o de dimisión. «Este es un asunto entre el señor Mosley y el periódico en cuestión», afirmó un portavoz de este organismo. «Por lo que sabemos, los abogados del señor Mosley están en contacto con este periódico y la FIA no va a hacer comentarios».


Cargaron contra Mosley, sobre todo, las asociaciones judías. El director del Centro del Holocausto, Stephen Smith, se mostraba tajante ayer en el periódico The Times: «Es un insulto a millones de víctimas y de supervivientes. Debería dimitir. Habiendo condenado el racismo, debe ajustarse a su propio rasero».


El ex piloto británico de Fórmula 1 Stirling Moss espera consecuencias. «No veo cómo podría continuar. Espero que pueda, francamente, porque creo que es muy bueno en lo que hace. Supongo que lo que pasa detrás de la puerta es asunto suyo, pero cuando una cosa así sale al exterior… es un shock», manifestó a este mismo rotativo.


Karen Pollock, jefa ejecutiva de la fundación Holocaust Educational Trust, es de la misma opinión: «Es algo enfermizo y depravado. Alguien en una posición de influencia y poder como la suya necesita ser fiable. Estoy horrorizada».


He aquí una de las aristas más afiladas de la polémica: el ímpetu que puso Mosley en demonizar a la federación y a la afición española tras el incidente de Montmeló. Ya hubo quien dijo entonces que sobreactuaba para marcar, artificialmente, distancias con sus fantasmas familiares pero lo de la orgía filonazi le ha puesto, definitivamente, en el disparadero de los guardianes de la moral británica.


La orgía la destapó anteayer el dominical News of the World y tuvo lugar en una elegante casa de Chelsea poco antes del Gran Premio de Bahrein. Según el diario, Mosley – 67 años, casado y padre de dos hijos – pagó alrededor de tres millones de euros por los servicios de cinco prostitutas, que interpretaron para él una sesión completa de sadomasoquismo. Hubo azotes en ambas direcciones, pijamas de rayas al estilo de Auschwitz y palabras y gritos en alemán. El tabloide llega a decir que una de las chicas examina, durante la grabación, los genitales y el pelo de Mosley en busca de liendres o de piojos, en un gesto que recuerda a los controles a los que sometían a los prisioneros en los campos de concentración.


Elemento central del huracán que han suscitado las fotos es, sin duda, el fantasma del padre del máximo mandatario del automovilismo, Oswald Mosley, político fascista – fundador de la Unión Británica de Fascistas – , amigo personal de Adolf Hitler y encarcelado junto a su esposa – la madre de Max – durante la II Guerra Mundial. Al presidente de la FIA le ha perseguido siempre el baldón de su apellido y ha insinuado muchas veces en público que es ése el único motivo por el que no se ha dedicado, definitivamente, a la política, algo que le ha tirado desde sus años de carrera.


Lo que hasta ahora no se sabía es que ocultaba una doble vida que ha sorprendido incluso a sus mejores amigos. Por ejemplo, a Bernie Ecclestone: «Si alguien me hubiera dicho esto sin pruebas, no me lo habría creído».

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