Ocho de cada diez inmigrantes están en edad de trabajar

El País, REBECA CARRANCO, 01-04-2008

Los extranjeros llegan a Madrid para trabajar. O eso se desprende del informe presentado ayer por la Consejería de Inmigración, basado en los datos del padrón de los 179 municipios de la región: el 83% de los inmigrantes empadronados está en edad de trabajar (entre 16 y 64 años). Y uno de cada tres (32%) tiene entre 25 y 34 años. El 15% son menores de 16 y sólo a dos de cada 100 le tocaría jubilarse. La población inmigrante empadronada en la región en enero de 2008 asciende ya a 1.060.606 personas, lo que supone casi el 17% de los más de seis millones de personas que viven en la región, un 6% más que el año pasado. Uno de cada seis madrileños es extranjero. Madrid es la segunda Comunidad con más extranjeros, después de Cataluña, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

La mayoría de los foráneos vive en la capital, el 52%, aunque el informe registra un ligero descenso en relación al año pasado, cuando lo hacía el 55%. Alcalá de Henares (con el 4% de los inmigrantes empadronados) y Fuenlabrada (3%) son los siguientes municipios en preferidos.

En términos de representación, en la capital son extranjeros casi el 17% de sus habitantes. Parla, con uno por cada cuatro habitantes, es de las principales ciudades la que tiene más inmigrantes, seguida de Torrejón de Ardoz (21%) y Alcalá de Henares (20%). Con casi la misma cantidad de extranjeros (42%) que españoles, Fresnedillas de la Oliva (1.439 habitantes) bate el récord en porcentaje de inmigrantes. América del Sur es la procedencia más común entre los llegados de fuera (47%), seguida de Europa (35%). Cuando se trata de nacionalidades, los rumanos son más de 195.000 (18,5%), por delante de los 145.000 ecuatorianos (14%). En tercer lugar quedan los marroquíes (8%).

Los datos de la consejería registran también un descenso de casi un 10% de las concesiones de nacionalidad en Madrid respecto al año anterior. El consejero de Inmigración, Javier Fernández – Lasquetty, lo ha atribuido a la “movilidad interna y al retorno al país de origen”.

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