La Gerencia de Urbanismo celebró ayer su reunión semanal y al margen de los asuntos de trámite abordó temas por la vía de urgencia de gran interés para el desarrollo de proyectos con fines sociales.

El primero de ellos fue la concesión de licencia para la construcción de un centro social de acogida a inmigrantes en la barriada San José Artesano, solicitada por la Fundación Prolibertas de la orden religiosa de los Trinitarios.

El edil, Diego Sánchez Rull, explicó que el centro se construirá en una parcela de tres mil metros cuadrados situada en la avenida de Holanda, que fue cedida a los Trinitarios por parte de la propiedad del polígono del Rosario y en la que ya existe una iglesia que pertenece a la orden religiosa.

El proyecto prevé un edificio de carácter asistencial para acoger y atender a inmigrantes a su llegada a la ciudad, así como una zona de talleres y una casa para la comunidad religiosa.

La superficie construida será de 1.919 metros cuadrados, distribuidos en planta sótano, baja y dos alturas. El presupuesto es de 1.051.414 euros.

Compactadora

También se aprobó la compra de una compactadora en la calle Pescadería que cuenta con un presupuesto de casi 90 mil euros.

Finalmente se decidió, mediante un expediente, restituir a su estado anterior una zona de monte público donde se llevó a cabo un desmonte para una construcción. El asunto se trasladará a la Fiscalía de Medio Ambiente, al igual que se hizo en su momento con otros 39 expedientes de la zona de Algamasilla.

Sánchez Rull destacó «el esfuerzo que se lleva a cabo desde el área de Disciplina Urbanística para lograr que, poco a poco, se vaya restituyendo la legalidad de urbanística en suelos que son patrimonio público».

Trabajos

Por otra parte, ayer comenzaron los trabajos para reforzar el firme y extender una nueva capa de rodadura en varias calles de la zona de la Fuentenueva, en concreto en Don Bosco, Salamanca, María Auxiliadora, Fuentenueva y Argentina. Las obras las lleva a cabo la empresa Rus, que actuará sobre una superficie total de 7.700 metros cuadrados y supondrá una inversión de 52 mil euros.

El delegado de Vías y Obras, Gabriel Orihuela, subrayó la importancia de dicha actuación porque «los firmes de esas calles se encuentran muy deformados, envejecidos y cuarteados, y en poco tiempo surgirían baches. Nos hemos adelantado y evitamos los baches, que son un problema enorme para la circulación», explicó.

Añadió que con los nuevos firmes, además de amortiguar ruidos y suavizar la conducción, se facilita en gran medida las labores de limpieza de las calles, que son muy complicados de realizar con las calles deterioradas.

Orihuela manifestó que con ese criterio se trabaja desde hace más de cuatro años en la delegación que dirige, «conociendo todas las zonas de la ciudad, sabiendo los problemas de cada una, y resolviéndolos según los criterios de pura necesidad». Así, n la zona de la Fuentenueva y sus aledaños se han llevado a cabo actuaciones en Agustín Bálsamo, tramos de la travesía de la Nacional 340, San Francisco, y en la plaza situada al final de la calle Salamanca, a espaldas del Secano.

La intención del delegado, junto a su equipo técnico, es mantener esta actividad en las diferentes calles de la localidad para que estén en un buen estado para el disfrute de los algecireños.