ROBERTO PÉREZ

ZARAGOZA. La saturación en las salas de partos del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, uno de los dos hospitales de referencia de la capital aragonesa, está obligando a atender a parturientas en los pasillos. Así lo ha denunciado el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), mientras la dirección del centro hospitalario consideran fuera de lugar esas críticas y aseguran que ayer se produjo una punta de demanda inusual, fruto de una situación excepcional al acumularse «en dos horas los partos que de media se dan en todo un día»

El sindicato, sin embargo, llegó a asegurar que se está dando un «caos organizativo», que «varias veces al mes» las salas de parto se saturan y hay embarazadas en los pasillos cuando ya están dilatando.

CC.OO. aseguró que esta situación la han podido verificar «personalmente» varios delegados del sindicato. Según las mismas fuentes, la situación «está teniendo consecuencias para las mujeres ingresadas» ya que a las afectadas no se les puede poner la anestesia epidural «por no disponer del espacio adecuado para ello», algo que ha negado la dirección de este hospital.

CC.OO. indicó que ayer mismo se podían comprobar estos problemas. «A las 12:50 horas se estaba atendiendo en el pasillo a una parturienta con monitor y a otra dilatando sin anestesia epidural» y, en esos momentos, también había «otras cuatro parturientas dilatando y una pendiente de pasar a planta». El Hospital Clínico dispone de cuatro salas de parto. Pero, según CC.OO., «debido al aumento de población asistencial, sobre todo inmigrante, se ve cada vez más desbordado».

Infraestructura «razonable»

Por su parte, el gerente de este centro sanitario, Víctor Calleja, declaró a ABC que no es cierto que exista una saturación estructural en las salas de partos. De hecho, aseguró que la situación que se dio ayer es excepcional. «Para una media de siete partos diarios, que haya cuatro salas de dilatación es muy razonable. Una dimensión mayor no tendría fundamento».

Calleja afirmó que una situación como la que se dio ayer, con «siete partos en dos horas», es «rarísima». Aun con todo, afirmó que todas las parturientas fueron atendidas normalmente, que los partos se desarrollaron de forma satisfactoria y subrayó que a seis de las siete mujeres se les aplicó la anestesia epidural. A la que no se le administró, matizó el gerente, fue porque porque es inmigrante y hubo un problema de entendimiento con el idioma. Eso impidió que se formalizara el preceptivo consentimiento de la paciente.

Según Víctor Calleja, «si en dos horas entran los partos previstos normalmente para 24 horas, y todos ellos se desarrollan normalmente y con la asistencia adecuada, lo único que puedo hacer es felicitar al equipo profesional que prestó la atención».

Reconoció que en momentos de punta de demanda se habilita una zona de pasillo, pero subrayó que es un tramo final que presenta unas condiciones adecuadas para ello y que se utiliza porque «facilita la monitorización de todos los procesos a la vez».