SOS Racismo ha atendido 12.000 consultas de inmigrantes durante los últimos cinco años en Vitoria

Diario de noticias de Alava, axier burdain, 28-03-2008

La asociación espera que los tribunales dicten sentencia sobre el padrón anulado de cientos de extranjeros

vitoria. Los años de trabajo sin local, a la intemperie, no han mermado un ápice el ánimo del portavoz de SOS Racismo en Álava, Fede García, quien ayer realizó balance de los cinco últimos años de gestiones realizadas en favor de los extranjeros de Vitoria. Una labor que se ha materializado en 11.718 consultas realizadas por inmigrantes desde el 11 de marzo de 2003, que han dado lugar a 2.637 nuevos expedientes en materia de extranjería.

Desde su improvisada oficina, ubicada en un banco de la antigua plaza de la Virgen Blanca, García ha tramitado, dentro de estas casi 12.000 consultas, 800 nuevas solicitudes de empadronamiento, cuestión pendiente de resolución judicial, ya que SOS ha pedido el reempadronamiento de cientos de inmigrantes que en su día fueron dados de baja por el Ayuntamiento ya que declararon residir en la antigua sede de la asociación.

El portavoz de SOS Racismo consideró ayer que uno de los principales problemas de la inmigración en la capital alavesa sigue siendo el de los empadronamientos, “que continúan congelados”. La solicitud presentada por la ONG para conseguir el reempadronamiento de los extranjeros dados de baja por el Consistorio se halla pendiente de la decisión del TSJPV. “Sabemos que el Gobierno Vasco y el Ararteko están por la labor, pero una cosa es predicar y otra dar trigo. El riesgo lo corren las entidades sociales que desde la iniciativa civil y popular hemos asumido un compromiso de largo recorrido. Se siguen vendiendo y comprando empadronamientos como consecuencia de las restricciones administrativas vigentes en esta materia”, señaló García.

Los grupos municipales han sido informados puntualmente de cada una de las 800 solicitudes de empadronamiento realizadas por SOS Racismo, aunque García lamentó el “escaso o nulo interés que tienen sobre el tema”. Un desapego que se extiende a la falta de sede de la ONG y que obliga a García a trabajar en la calle. “Seguimos como con el anterior equipo de gobierno. Todos los días pasan por delante de mi y nadie me comenta nada”, declaró.

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