A pesar de la mala fama que han adquirido en España, los cayucos en Senegal se utilizan, por encima de todo, para la pesca tradicional. Los guardias civiles a veces se encuentran en un dilema a la hora de distinguir – más aún en horas nocturnas – si la embarcación con la que se han topado se encuentra pescando thiof (un pescado parecido al mero) o si, por el contrario, se dispone a iniciar una larga travesía. Sobre todo porque cada vez más inmigrantes se hacen pasar por inocentes hombres de mar cuando son interceptados. Los primeros instantes son clave. Estas son algunas pistas para reconocerlos:

El olor.

«De las embarcaciones de pesca emana un fuerte olor a pescado, incluso cuando no llevan peces. Si la barca no huele así es muy probable que el cayuco transporte emigrantes», explica uno de los guardias civiles que se dedican a interceptar cayucos clandestinos.

El cargamento.

Las naves destinadas a la pesca llevan nasas y todo tipo de aparejos. Los de los emigrantes, ropa de repuesto, un motor de mucha potencia y otro auxiliar, por si aquél se avería. Unos y otros suelen tener una bombona de camping gas para iluminarse y cocinar. Si está encendida durante la noche, son pescadores. Si esta apagada, son emigrantes clandestinos que no quieren llamar la atención. Sin embargo, les delata el calor que desprenden sus cuerpos, que no pasan inadvertidos al infalible ojo de la cámara térmica que utilizan las patrullas.

La cantidad de combustible.

«Nadie se va a pescar con 500 litros de gasolina. Eso indica que tienen previsto pasar más de una semana en alta mar», añade otro experto español.

El número de ocupantes.

Para que una travesía a Canarias sea rentable, hay que llenar el cayuco con el mayor número de personas. Por menos de 30 ocupantes no merece la pena fletarlo para un viaje tan largo. Si la barca tiene más de 120 pasajeros, casi con seguridad lleva rumbo a la UE. Y más si, en vez de mostrar una actitud relajada, se encuentran todos acurrucados y amontonados para combatir el frío y la humedad.

La procedencia del pasaje.

El cayuco ilegal se caracteriza por tener un pasaje de variadas nacionalidades (senegaleses, gambianos, guineanos…) o de diferentes regiones o etnias del país, que a menudo se distinguen por cicatrices tribales en la cara.

El rumbo de la embarcación.

«No hay otro sentido posible. Para ir a Canarias desde Dakar, una vez adentrados entre 25 y 40 millas en el mar, establecen un rumbo aproximado de 90 grados, todo en línea recta y siempre hacia el norte», explica un guardia civil. Los pescadores navegan en círculos.