Angela Merkel asegura que "el Holocausto llena al pueblo alemán de vergüenza"

Diario de noticias de Gipuzkoa, 19-03-2008

jerusalén. La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó ayer en un discurso ante el Parlamento israelí, el Kneset, que el Holocausto “llena al pueblo alemán de vergüenza”, y que precisamente por eso los destinos de Israel y Alemania permanecerán siempre unidos. “La Shoá (Holocausto) nos llena de vergüenza”, declaró Merkel en su comparecencia ante la Cámara israelí, poco después de comenzar su discurso con unas breves palabras en hebreo agradeciendo a los presentes “el honor de permitirle hablar aquí en alemán”.

La canciller, que concluyó ayer una visita oficial de tres días a Israel, manifestó que el antisemitismo y el racismo “nunca deben encontrar un lugar en Alemania o en Europa”, al tiempo que destacó la cooperación entre los dos países y su visita el lunes al Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem. “La cooperación y la amistad entre Israel y Alemania forma parte de los milagros de la Historia, y deben reforzar nuestra energía para sobreponernos incluso a pesar de las condiciones más difíciles”, señaló Angela Merkel.

También afirmó que “no es una exageración decir que las relaciones entre Israel y Alemania son fuertes” al hacer un repaso histórico a los lazos entre los dos países en el que destacó la figura del primer jefe del Gobierno israelí, David Ben Gurión y la del canciller germano Konrad Adenauer.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, compareció poco antes de Merkel en el Parlamento, y explicó que “las relaciones especiales entre Israel y Alemania son un ejemplo claro de la habilidad de la humanidad para sobreponerse”.

El discurso de Merkel es el primero en el que un jefe de gobierno extranjero habla en el Parlamento israelí y en el que un líder mundial se dirige a los diputados de la Kneset en alemán. La presencia de la canciller germana en el pleno fue aprobada la semana pasada por la Comisión de Asuntos Internos del Knéset en medio de un encendido debate sobre si se debía conceder ese privilegio a un jefe de gobierno y también sobre si era imprescindible que lo hiciera en alemán.

A pesar del tiempo transcurrido desde el Holocausto, todo lo alemán genera aún gran recelo en Israel, donde residen aproximadamente unas 250.000 personas que consiguieron sobrevivir al genocidio.

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