Pocos niños e inmigración decreciente

La Vanguardia, , 09-03-2008

Los expertos que han elaborado el informe de la Comisión Europea apuntan en tres direcciones: más niños, más inmigrantes y más mujeres trabajando. Pero la imposibilidad de aumentar la natalidad rápidamente y la obligación de acompasar la llegada de extranjeros a las oportunidades laborales muestran cómo, en el medio plazo, en el año 2020 o el 2025, las circunstancias actuales que vive España todavía se agravarán.

Quienes actualmente tienen menos de 10 años son un grupo de población inferior al de quienes ya están en la segunda década de su vida: los problemas de reemplazo generacional irán a más.

Tampoco en el largo plazo se vislumbran soluciones. Las prospectivas que realiza el INE teniendo como horizonte el año 2059 sólo recogen un leve incremento de la natalidad, de una media de 1,31 a 1,53 hijos por mujer en edad fértil. En ningún caso prevé que la edad media de las madres que tienen su primer hijo descienda de los 31 años, la que se da desde hace unos años.

Por lo que se refiere a la inmigración, todos los trabajos predictivos esperan una reducción lenta pero paulatina de las entradas netas (también hay que contar con los inmigrantes que se marchan). La hipótesis que prevé una llegada más moderada calcula que serán entre 300.000 y 250.000 inmigrantes anuales a partir de 2010 y hasta después del ecuador del siglo XXI.

Si esas previsiones se cumplen, el crecimiento demográfico vegatativo de España será negativo en el año 2019, y para 2057 el país perderá más de 300.000 ciudadanos al año. Ante este panorama, la incorporación plena de la mujer al trabajo adquirirá un protagonismo indiscutible. El proceso será lento, pero las bases deben ponerse ahora, apunta Bruselas.

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