La Diputación admite que no hay camas suficientes para menores inmigrantes

Diario de noticias de Gipuzkoa, jorge napal, 08-03-2008

El nuevo plan estratégico contempla una colaboración estrecha con ayuntamientos

Donostia. En enero llegaron 25, el mes pasado fueron 15 y el flujo migratorio continúa su inexorable curso. La atención a los menores extranjeros no acompañados se ha convertido en una tragedia cotidiana y serio motivo de preocupación para la Diputación Foral de Gipuzkoa, cuyos responsables no bajan la guardia pensando en el futuro más inmediato.

Lejos de encontrar freno al continuo cuentagotas, el territorio deberá acoger a no menos de 250 chavales extranjeros para finales de año, casi un centenar más de los actuales (160), según estimaciones de la Diputación. “Nuestro reto ahora mismo es conseguir el número suficiente de camas, porque ni siquiera las tenemos para todos. Somos los primeros en admitir que las cosas no se están haciendo como se debería, aunque es verdad que estamos absolutamente desbordados”, reconocía ayer Patxi Aguiriano, jefe del Servicio de Infancia, Adolescencia y Juventud del Departamento de Política Social. Aguiriano se reunió ayer en el Kursaal de Donostia con técnicos municipales, concejales y alcaldes del territorio, a quienes los responsables forales dieron a conocer las nuevas líneas estratégicas.

La Diputación tiene por delante un importante trabajo marcado por la actualización del plan estratégico en materia de Infancia y Juventud, que finaliza en diciembre, y es preciso restructurar.

Dentro de este contexto de continuos cambios sociales, la nueva línea de trabajo foral confiere una importancia determinante a los municipios. “Nuestras puertas están abiertas. Hace falta un mayor espíritu de colaboración porque sigue existiendo un déficit importante en la detección e intervención temprana de situaciones de desprotección”, resaltó el director de Juventud e Infancia de la Diputación, José Ignacio Insausti.

el tope de usuarios Las perspectivas a medio plazo no se presentan demasiado halagüeñas debido a un borrador que será aprobado en breve y regula la apertura de nuevos centros de acogida. El problema es que fija un tope de doce usuarios por inmueble, lo que en buena medida maniata al Ejecutivo foral en su pretensión de buscar soluciones más globales. El resultado de todo ello es que hay que abrir constantemente nuevos servicios.

“No podemos implantar un modelo de centros grandes, y por eso seguimos comprando equipamientos constantemente. Somos conscientes del malestar y las dificultades que todo ello os genera”, reconoció Aguiriano al centenar de alcaldes y concejales presentes en el Kursaal.

El escaso número de plazas por inmueble está conformando un modelo de acogida muy difuminado por todo el territorio. En los próximos meses está previsto abrir siete nuevos servicios, que se suman a los 35 centros de acogimiento residencial existentes, el último de los cuales fue puesto en marcha la semana pasada.

centro ‘esperanzador’ Se trata de un centro para menores extranjeros no acompañados con dificultades de conducta y consumo de sustancias tóxicas. Los responsables forales se muestran “muy esperanzados” con este nuevo equipamiento, persuadidos de que “va a ser una pieza básica que permitirá eliminar gran parte de la conflictividad que se registraba hasta ahora”. Los resultados, según precisaron, se verán a medio plazo.

Actualmente, el centro sólo cuenta con tres chavales y está previsto que para finales de julio aumente su número a 16.

En Gipuzkoa hay, además, unos 480 niños guipuzcoanos y extranjeros sobre los que pesa actualmente alguna medida legal, como puede ser la tutela o guarda profesional, un porcentaje que la Diputación estima “muy elevado”. De esos 480 chavales, un total de 160 son menores extranjeros.

Pero los retos que afronta Gipuzkoa en materia de política social no sólo guardan relación con los menores extranjeros. La progresiva desestructuración de muchas familias es un tema que ocupa y preocupa cada vez más y, de hecho, en la actualidad prácticamente 400 familias guipuzcoanas están siguiendo algún programa de intervención. “Creemos que ha llegado el momento de comenzar a especializar más este tipo de programas”, sostuvo Aguiriano, quien apostó por implantar definitivamente el programa marco de acogimiento residencial.

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