Unos militares agreden en el Bruc a compañeros porque estaban de baja

El Mundo, NANDO GARCIA, 02-03-2008

Apalearon a tres inmigrantes pero el Ejército descarta que se trate de una ataque racista Un código rojo a la española. Eso es lo que ocurrió en el cuartel del Bruc de Barcelona el pasado 8 de febrero. Un grupo de unos ocho militares ataviados con pasamontañas apalearon a tres soldados inmigrantes en los dormitorios del acuartelamiento.¿La razón? Los agresores – dos ya permanecen bajo arresto – decidieron dar una lección a las víctimas porque llevan semanas y meses de baja psicológica, lo que provoca que el resto de la plantilla tenga una sobrecarga de trabajo, según explicaron a EL MUNDO fuentes militares.


A pesar de que en algunos medios se ha relacionado durante las últimas horas el ataque con un brote de xenofobia, en el primer informe elaborado por el Ejército a raíz de estos hechos ya se afirma explícitamente que no se trata de una agresión racista.


Fuentes del Ministerio de Defensa explicaron ayer que sobre las 15.00 horas del citado día, un grupo de unos ocho soldados del batallón de Cazadores de Montaña – ubicado desde diciembre en el Bruc – se introdujo en el dormitorio en el que descansaban en literas las víctimas – dos colombianos y un ecuatoriano – .


Los agresores, que iban vestidos con el uniforme aunque se habían quitado los distintivos en los que figuran su identidad, dieron patadas y puñetazos a sus compañeros, que fueron atendidos de heridas leves en un hospital cercano. Principalmente presentaban contusiones y moratones y no tenía heridas de mayor consideración, según precisaron fuentes militares.


En los distintivos que se retiraron los agresores en el momento de los hechos consta habitualmente el nombre y el rango del militar y normalmente está en la parte del pecho del uniforme. El hecho de que los agresores no se quitaran el uniforme cuando fueron a la habitación de los compañeros podría indicar – según las mismas fuentes – que creían que estaban realizando parte de su trabajo con la intención de mejorar el rendimiento del batallón y «dar un escarmiento a los más vagos del batallón».


Los hechos fueron notificados por el oficial de servicio al jefe de la Subinspección General del Ejército y se abrió rápidamente una investigación. En el informe preliminar que se realizó in situ – adelantado ayer por El País – ya se especificó que no se trataba de una agresión racista. De hecho, otro de los datos que desbaratan la hipótesis de que se trate de un ataque xenófobo es que uno de los dos militares que han sido identificados y arrestados es de origen marroquí, aunque de nacionalidad española.


El conflicto existente en este batallón se ha producido porque de los 200 integrantes cerca de 50 están de baja psicológica.«Hay muchas bajas por fatiga física y exceso de maniobras», explicaron fuentes militares, que añadieron que esta situación provoca una sobrecarga para el resto de integrantes del grupo.


Tras los primeros interrogatorios y pesquisas, fueron identificados los agresores, que están bajo arresto en el cuartel y que tienen prohibido salir de él aunque siguen trabajando. La misma tarde de los hechos se personaron en el acuartelamiento guardias civiles del Grupo Operativo dependiente de la Inspección General del Ejército y el caso está siendo investigado por el juez togado militar de Barcelona. En el interior del cuartel se ha procurado calificar lo ocurrido de «grave gamberrada» aunque preocupa el ambiente laboral existente en el seno de este batallón.


Fuentes militares aseguraron ayer que las investigaciones se centran ahora en identificar al resto de agresores, que llevaban el rostro tapado con pasamontañas y medias.


Las Fuerzas Armadas españolas cuentan actualmente con 5.440 extranjeros, cifra que representa el 7% de los efectivos del Ejército de Tierra y marinería. Hasta la fecha únicamente se han producido pequeños incidentes sin mayor importancia entre militares españoles e inmigrantes. Los únicos extranjeros que pueden convertirse en soldados son los ciudadanos latinoamericanos y los de Guinea Ecuatorial.

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