"No se le puede atribuir denominación de origen a la agresión que sufrió el alumno de Marianistas"

Diario de noticias de Alava, noemi cuetos, 29-02-2008

vitoria. Vitoria no es una ciudad racista ni violenta, asegura José Lizardo Rueda, presidente de la Casa de las Américas, pero ojo con los mensajes que se mandan a raíz de sucesos como el ocurrido el pasado viernes. Aquello fue un hecho “lamentable y aislado”, y que nada nada tiene que ver con un enfrentamiento entre nacionalidades.

¿Teme alguna reacción xenófoba hacia la comunidad latinoamericana después de este episodio de violencia?

Podría ser. Habrá que ver los vínculos que tiene la víctima y el despliegue publicitario que se hace del tema. No se puede poner denominación de origen a la paliza, porque en ese caso sí que habrá una reacción racista, y no queremos que eso suceda. En septiembre, nuestra sede de la Casa de las Américas ya fue objeto de pintadas racistas, y recientemente varios jóvenes latinoamericanos han sufrido agresiones por parte de grupos neonazis. Se tapan la cara, salen a la calle con bates y si pillan a alguien solo, le dan.

¿Existe riesgo de que precisamente ante esas agresiones los inmigrantes se organicen en bandas como mecanismo de autodefensa?

No creo. Nosotros no tenemos constancia de que en Vitoria haya bandas de jóvenes latinoamericanos que se agrupen para delinquir. Rechazamos responder con violencia a la violencia, porque no queremos que se cree una espiral en la que tú me pegas y yo te pego. No hay una respuesta similar a la agresión. Hechos puntuales como el ocurrido en Marianistas no obedecen a acciones organizadas. Aunque sí hay un riesgo y una alerta en este sentido.

¿Cabe la posibilidad de que en Vitoria se creen guetos o pandillas juveniles al estilo de los ‘Latin Kings’?

Es más fácil que en el proceso de integración los chavales dialoguen antes con los propios que con los de otros orígenes. Eso tiende a conformar guetos. Pero nosotros trabajamos precisamente para que no se formen esos guetos y para fomentar la interculturalidad y la convivencia. Somos los primeros interesados en que no sucedan este tipo de incidentes violentos y en que no se constituyan bandas.

¿Qué medidas habría que adoptar para evitar llegar a esa situación?

Hay que favorecer la integración de estos jóvenes latinoamericanos y hacerlo a partir de sus momentos de ocio. Se trata de que la sociedad retome la tarea de la educación, porque ahora en los hogares se incide poco en este tema, y los muchachos en la calle y en sus ratos libres se juntan en grupos que lanzan mensajes que no siempre son buenos. Por eso hay que dejarles tomar parte del ocio de la ciudad, y darles la posibilidad de llevar a cabo iniciativas propias que respondan a sus intereses. Ahora por ejemplo estamos trabajando en una radio juvenil asociativa. Sabemos que les gusta mucho la música y la radio, así que les ofreceremos esa alternativa como medio para integrarse, darse a conocer y ser aceptados.

¿Se siente la comunidad latinoamericana discriminada en Vitoria?

En general no. Vitoria es una de las sociedades menos discriminatorias de España, según tenemos entendido. Aquí hay buena voluntad y se nos abren muchas puertas. Pero a raíz de los incidentes ocurridos con los neonazis algunos jóvenes sí que andan temerosos. No van solos por la calle, porque es cuando les atacan, y tienen miedo a denunciar la agresión.

¿Por dónde pasa la solución al problema?

Nosotros solicitamos a las instituciones públicas y a los medios de comunicación que se mejoren los mensajes transmitidos para evitar la xenofobia, porque va en perjuicio de todos. Tenemos que coordinarnos perfectamente. Policía, dirigentes, juventud… Y hay que institucionalizar la campaña educativa contra la violencia entre la juventud. Es importante matizar que estos casos constituyen un ejemplo de violencia juvenil que, por desgracia, se está dando mucho en nuestra sociedad moderna, pero que no responde a diferencias entre nacionalidades.

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