Américo denunció en noviembre de 1999 que dos policías locales de Cullera le habían golpeado en el retén de la población para después abandonarle en una carretera situada en Tavernes de la Valldigna. Tras un notable retraso de la causa, casi una década después, los dos agentes se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia.

O. E. R. y J. L. R. negaron ser los autores de los malos tratos apuntados por el arrestado. El fiscal pide para ellos un año de prisión e inhabilitación para desempeñar empleo público durante el mismo periodo.


Integridad moral

Inicialmente también acusaba a O. E. R. de un delito contra la integridad moral al sostener que abandonó de noche en una carretera al detenido y le dijo. “Los negros se pescan por la noche”. El ministerio público optó ayer por eliminar este delito.

Américo, natural de Cabo Verde, fue detenido tras “causar molestias” en un bar y “negarse a ser identificado” por los policías.

El denunciante sostiene que una vez en el retén le propinaron “puñetazos y patadas”. Los agentes aseguraron que “no tocaron” al afectado.

Según Europa Press, un amigo del denunciante que también fue arrestado sostuvo que los policías locales lo trataron “bien”, aunque recordó cómo, al día siguiente, su compañero le dijo que a él “le habían pegado”.