Desmantelada una mafia policial que facilitaba papeles a inmigrantes ilegales

El Mundo, FERNANDO LAZARO, 28-02-2008

Asuntos Internos detecta la trama cuando investigaba la colocación irregular de ‘fotomatones’ Todo está abierto. La Unidad de Asuntos Internos está tratando de desenmarañar una compleja y completa trama de corrupción policial relacionada con la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Policía.


Ya son seis los detenidos. Cuatro de ellos son funcionarios de la Policía Nacional (dos con rango de inspectores y otros dos, agentes). El quinto detenido es una funcionaria de Interior de estas mismas dependencias y el sexto, la mujer de uno de los agentes, abogada.


Según explicaron fuentes de la investigación, la actuación policial contra este entramado comenzó el pasado viernes día 22. Fueron detenidos dos inspectores. Uno de ellos es uno de los responsables policiales del Centro de Internamiento de Madrid. El otro, un miembro de un equipo del servicio de documentación de la Brigada de Madrid con mucha responsabilidad en la unidad.


El primero de ellos fue puesto en libertad tras prestar declaración ese mismo viernes.


Según los investigadores, los detenidos formarían parte de un entramado que se dedicaba a cobrar por facilitar documentación en regla para inmigrantes en situación irregular, entre otras actuaciones. Además, los investigadores sospechan que esta mafia también ha obtenido algún tipo de recompensa de varias empresas privadas a las que han facilitado su acceso a dependencias policiales de forma alegal.


Las actuaciones están en fase inicial. De hecho, varios mandos de este servicio han trasladado a sus subordinados la consigna de que colaboren al máximo para desentrañar esta presunta trama criminal. «El que sepa algo, que lo diga», apuntó este mando policial a sus subordinados.


Y es que se teme que la trama tenga enormes ramificaciones en la estructura policial relacionada con la Extranjería. «Puede ser la punta de un iceberg», apuntó a este periódico una fuente relacionada con las pesquisas.


Todo nació a raíz de unos datos que llegaron a la Unidad de Asuntos Internos hace algo más de tres meses. Se denunciaba que mandos policiales habían permitido la colocación de máquinas de fotomatón en dependencias de Documentación y Extranjería de Madrid, y que ese hecho vulneraba la libre competencia de otras empresas. Las máquinas colocadas pertenecían todas a una misma empresa. Asuntos Internos abrió un procedimiento al entender que podía encontrar actuaciones irregulares en la Brigada Provincial. La sospecha principal era que las personas ahora detenidas podían haber recibido compensaciones económicas de la empresa por consentir la colocación de máquinas que permiten obtener las fotos para renovar el DNI y el pasaporte.


Los agentes encargados de las pesquisas lograron autorización judicial para intervenir los teléfonos de los dos acusados. Y se abrió la caja de pandora en las dependencias de Documentación y Extranjería. No sólo confirmaron sus sopechas, sino que conocieron más actuaciones de los investigados. Al parecer, de las conversaciones intervenidas se deducía también la implicación de otros dos funcionarios policiales en esta trama, de otra funcionaria de Interior (no policial) y una abogada (mujer de uno de los cuatro policías).


Pero, además, obtuvieron pruebas sobre la presunta implicación de los ahora detenidos en más actuaciones delictivas. Según estas fuentes, los imputados cobraban dinero a cambio de facilitar documentos válidos a inmigrantes ilegales. Asuntos Internos trata de relacionar a los implicados con tramas de explotación de inmigrantes ilegales. Inicialmente obtuvieron testimonios de varias prostitutas que corroboraron las sospechas contra los funcionarios investigados. Pero, ante la autoridad judicial, no sostuvieron su acusación.


Investigación empresarial


Las investigaciones policiales están siendo muy minuciosas. Se está tratando de esclarecer si alguno de los integrantes ha podido tener tratos delictivos con algunas de las empresas privadas que trabajan para la Policía desde hace más de 10 años. Algunas de ellas son proveedoras en las grandes instalaciones policiales de España, como es el caso de la Academia de Policía de Avila.


Se están repasando expedientes de contratación y adjudicaciones buscando algún vínculo de los sospechosos con ellas.


Pero además, los agentes de la Unidad de Asuntos Internos se han encontrado con la sorpresa de que uno de los detenidos ha decidido «abrir la caja de los truenos» durante su declaración ante la Policía. Ha aportado multitud de datos que implican a más funcionarios de esas dependencias en nuevos casos de posible corrupción. Los agentes están tratando de separar el grano de la paja.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)