Erdogan exalta el islamismo ante los turcos de Alemania

El premier turco hizo campaña ante 20.000 compatriotas y arremetió contra Merkel por su rechazo al ingreso en la UE

La Razón, Aitor Lagunas, 13-02-2008

Aitor Lagunas

berlín – Un domingo casi primaveral despuntó ayer en Colonia. Desde primera hora de la mañana, una multitud peregrinaba hacia el Köln – Arena, el pabellón multiusos de la ciudad, para asistir a un espectáculo sin precedentes en la Alemania reunificada. No se trataba de un evento deportivo, ni siquiera de un concierto de rock. Recep Tayyip Erdogan, primer ministro turco, estaba en la ciudad y buscaba lucirse ante una tribuna repleta de compatriotas. 20.000 turcos residentes en Alemania le proporcionarían una entusiasta clac a su discurso, pergeñado para ser consumido en clave interna desde Turquía.

Su capacidad de convocatoria rebasó la de cualquier político alemán desde que cayera el Muro de Berlín, hace casi 20 años. Mucho tuvo que ver la crispación de la comunidad turca tras el incendio de una casa en Ludwigshafen, al sur del país, saldado con nueve inmigrantes muertos, cinco de ellos niños, y sesenta heridos. Erdogan, que visitó el lugar del siniestro nada más aterrizar en Alemania el jueves, comenzó ayer su «espectáculo» refiriéndose a la tragedia: «Ojalá no tengamos que vivir un dolor semejante», enunció.

El verdadero tema central del acto fue, sin embargo, el de la integración, concepto manido y recurrente que aliña últimamente los discursos políticos en Alemania. Erdogan repitió lo que el viernes le espetó a la canciller, Angela Merkel, en Berlín: sí a la integración, no a la asimilación. «Entiendo que os mostréis susceptibles cuando se habla de asimilación, porque nadie os lo puede exigir, es una vergüenza para la humanidad», proclamó el jefe del gabinete turco para deleite del respetable. «Constituye un derecho natural el transmitir a vuestros hijos nuestra lengua», recalcó. Erdogan se refirió constantemente a «nosotros, los turcos» y «ellos, los alemanes», obviando el hecho de que muchos de los asistentes habían nacido ya más cerca del Rin que del Bósforo y ostentan la doble nacionalidad.

La incorporación de Turquía a la UE constituyó otro eje de la velada. «No hay alternativa al pleno ingreso, aunque algunos países quieran vetar nuestra entrada», exigió sin referirse a la polémica recuperación del velo en su país. Lo cierto es que, a pesar de las buenas maneras de la canciller, la clase política germana ha digerido mal la visita de Erdogan. Tanto la CDU como el SPD han criticado su propuesta de crear Universidades y escuelas turcas en Alemania, tildándola de «veneno para la integración».



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