La Federación de Asociaciones de Inmigrantes en Navarra (FAIN), que agrupa a una veintena de estas asociaciones de extranjeros residentes en la Comunidad Foral, cree que la propuesta del Partido Popular de hacer firmar un contrato de integración a los trabajadores inmigrantes es “excluyente, reduccionista y refleja un total desconocimiento de la realidad migratoria de España”. En una nota, la FAIN se refirió a dicha propuesta de Mariano Rajoy y a las “desafortunadas declaraciones sobre la ocupación de la sanidad española por los inmigrantes” de Miguel Arias-Cañete, y consideró que “su claro objetivo” es trasladar la inmigración a un debate “con fines electoralistas”.

Para la FAIN, el respeto a las costumbres y a la igualdad de sexos “es innegable”, pero se preguntó “qué costumbres son las que hay que respetar”, y citó “el irrespeto a los homosexuales, la sumisión a la Iglesia, los ataques racistas en trenes de cercanías o en estadios, la desigualdad de la mujer en los empleos y en los cargos políticos, el irrespeto y la utilización partidista a las víctimas del terrorismo, la intolerancia a los extranjeros, o el fomento a la economía sumergida con la contratación irregular de inmigrantes”. Por ello, la Federación considera que son “otros los valores que todos los extranjeros y todas las personas estamos obligados a respetar, como la tolerancia, la solidaridad y el respeto a cualquier condición política, religiosa, de género, raza, identidad cultural; todas ellas, obviamente, enmarcadas en las normativas legales de cada país o región”.

La FAIN criticó que se sitúe a los inmigrantes “como una carga para la sociedad cuando es todo lo contrario”, al tiempo que se utiliza “la reduccionista visión que encasilla al inmigrante simplemente como un trabajador, no como una persona”. La gravedad es convertir este tema “en un caldo de cultivo que genera miedo y temor en la sociedad”.

En todo caso, advirtió la FAIN a Rajoy que “parece desconocer que en la actualidad dos millones de inmigrantes cotizan a la Seguridad Social; que el gasto medio de un inmigrante es 1.081 euros muy cerca del español que es 1.112 euros; que el PIB per cápita, sin la inmigración, habría caído un 0,6% anual en estos años en lugar del avance del 2,6% registrado entre 1995 y 2005”.

“imposición unidireccional” Otra de las asociaciones que ha mostrado su enérgico rechazo hacia el contrato de integración es SOS Racismo, que ha pedido la retirada de “esta propuesta electoral que viola los principios básicos del Estado de Derecho y del Derecho”. En su opinión, la iniciativa es “racista en contenido y planteamiento” y lejos de ser integradora se convierte en “una imposición unidireccional y asimilacionista” al definir términos “tan ambiguos, ridículos y demagógicos como costumbre”. Para SOS Racismo, la propuesta fomenta la xenofobia y el racismo social. “El PP tiene una trayectoria consolidada de utilizar la inmigración como arma electoral; su estrategia es buscar el voto xenófobo”, señalan para exigir “una campaña electoral sin xenofobia, rigurosa y ética”.