REPORTAJE

La extraña boda de los desconocidos

Párrocos de Murcia descubren una red que había concertado más de 200 matrimonios de conveniencia para que inmigrantes consiguieran papeles

El País, TONO CALLEJA, 10-02-2008

“Aunque hoy en día no te puedes sorprender de nada, parecía muy extraño que una señora inglesa, protestante, de más de 50 años, que estaba casada por lo civil y divorciada, pretendiera contraer matrimonio con un joven nigeriano de unos 20 años que no hablaba español”. Habla el delegado de la Curia Matrimonial del Obispado de la Diócesis de Cartagena, Domingo Ballester, uno de los curas de los que alertó al juzgado del Registro Civil de la proliferación de supuestos matrimonios de conveniencia celebrados entre inmigrantes, la mayor parte nigerianos, y mujeres, muchas de ellas de etnia gitana.

La alerta inicial llegó de los párrocos, según Ballester, que sospecharon de los documentos que presentaban algunas personas que pretendían casarse por la Iglesia. “Conforme se iban acumulando las peticiones de matrimonio, vimos que la mayoría de las partidas bautismales eran idénticas, y en algunos casos se podía percibir que podían ser falsos”, explica el responsable de los matrimonios religiosos.

Precisamente, la presunta laxitud de los matrimonios religiosos fue lo que aprovecharon inicialmente los concertadores de estas bodas de conveniencia, según fuentes policiales, para intentar que los inmigrantes regularizasen su situación en España mediante el emparejamiento legal con una española. Pero el pastel fue descubierto por los párrocos de varias pedanías de Murcia.

Muchas de las mujeres de etnia gitana captadas para estas bodas venían de provincias limítrofes, como Albacete o Alicante. En Murcia estaban un mes, incluso sólo un día: “En algunos casos el cura iba a las casas donde estaban empadronadas para decirles que debían ir a los cursos prematrimoniales, y los vecinos decían que no vivían ahí, que nunca les habían visto. Entonces intentaban casarse en otra parroquia”.

La voz de alarma saltó al detectarse un incremento desorbitado de estos matrimonios en las iglesias parroquiales de las pedanías murcianas de El Palmar, Cobatillas y La Alberca. La mitad de las bodas por el rito católico de 2007 entre nigerianos y mujeres de etnia gitana, que están siendo investigadas por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, se celebraban en dos parroquias de las pedanías murcianas de La Alberca y El Palmar.

Según estas fuentes, de los 131 matrimonios contabilizados hasta mediados de noviembre, casi 50 se habían celebrado en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de La Alberca, y una quincena, en la parroquia de Santo Rosa de Lima, de El Palmar. Fuentes de la Delegación del Gobierno aumentan la cifra hasta los 200 los enlaces bajo sospecha.

El párroco de La Alberca, Alfonso Moya, fue uno de los primeros que detectó este tipo de matrimonios, que son inscritos en el Registro Civil: “Avisé al Obispado porque algo me olía mal. Las parejas venían y, a veces no dormía pensando si debía o no casarlos”. Este cura notó “una auténtica avalancha de este tipo de bodas. Pero eché el freno porque en dos meses casé a más de 20 parejas en las que una persona era extranjera. Si no lo hubiera hecho la cifra superaría el centenar”.

Pero en el caso de los matrimonios de diferentes religiones, los matrimonios los estudia el Obispado. Éste, de hecho, está investigando, además, 40 casos más de presuntos matrimonios de conveniencia. “En algunas ocasiones se ha solicitado a los novios que se casen por lo civil, pero se resistían a hacerlo”, explica el responsable de los matrimonios del Obispado de Cartagena.

En el informe que obra en poder de la Fiscalía, presentado por el Registro Civil de Murcia, figuran también tres iglesias de Murcia con una decena de matrimonios cada una, así como otra de la pedanía de Javalí Viejo, con ocho. El informe, que ha servido de base para la investigación de la Fiscalía del Tribunal Superior, recoge que los funcionarios escucharon comentarios de algunas de las contrayentes que afirmaron desconocer la identidad del nigeriano con el que se iban a casar, del que sólo sabían que “era de color”. Y no se entendían porque no hablaban la misma lengua.

La Fiscalía ha encargado una investigación a la Policía Judicial para conocer si en torno a estos enlaces matrimoniales se mueve alguna red que compra el favor de los contrayentes de estas supuestas bodas de conveniencia y que puede falsificar documentos.

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