El cineasta, que estrenará ‘En un mundo libre’ el día 22, tilda de «hipócrita» el contrato de integración propuesto por el PP MADRID. – El cineasta británico Ken Loach, que estrenará en España el día 22 su película En un mundo libre, donde aborda los abusos laborales que sufren los inmigrantes, tildó ayer de «hipócrita» el contrato de integración propuesto por el PP esta semana y que, según él, «es sólo un modo de disciplinar a gente vulnerable», según informa Efe.

Loach, uno de los mayores representantes del cine social europeo, explicó en Madrid que, en este controvertido tema, se juega con un doble rasero «injusto» ya que, por un lado, la derecha «da la bienvenida a los inmigrantes porque son baratos y necesarios» y, por el otro, «los quiere expulsar porque son extranjeros».

«En Inglaterra también se habla de este contrato, pero no aprendimos lenguas africanas ni indias al crear nuestro imperio, y me pregunto si a los ingleses que vienen a comprar su segunda casa a España se les pide hablar castellano», añadió el director, conocido por su fuerte oposición a las medidas económicas liberales de Margaret Thatcher en los años 80.

En un mundo libre, galardonada con el premio al mejor guión en el pasado Festival de Venecia, está inspirada precisamente en «todas esas personas que cruzan medio mundo para trabajar y acaban por ser engañadas y explotadas», aseguró Loach. La película narra la historia de Angie (interpretada por Kierston Wareing), madre soltera de clase media que, tras ser despedida de su enésimo trabajo, decide crear con su compañera de piso Rose una agencia de contratación temporal para inmigrantes. «Queríamos que el espectador hiciese todo el viaje con ella para que comprenda la lógica de esta estructura política podrida», señaló Loach sobre la elección de dos mujeres inglesas como las protagonistas del filme en lugar de abordar el tema a través de la mirada de un inmigrante.

En este sentido, Paul Laverty, habitual tándem en el guión con Loach, destacó la importancia de que el espectador sintiese empatía hacia Angie ya que «comienza siendo una víctima» y acaba por colaborar con el círculo vicioso en el que se ve inmersa, cobrando a los inmigrantes por un alojamiento insano, restándoles los impuestos para un seguro médico que nunca existió y hasta explotando a gente sin papeles.

La película, cuya producción es en parte española, se estrenó por televisión en Gran Bretaña antes de acceder a las salas y ha recibido una buena acogida en Francia e Italia.