El delegado del Gobierno amenaza con retirar las competencias a la Ciudad Autónoma y la consejera de Bienestar le llama «bocazas» e «incapaz» Las relaciones entre el Gobierno central y Melilla, bastante tensas durante toda la legislatura, han llegado al límite por culpa de los centros de acogida de los inmigrantes menores de edad, que se encuentran desbordados.

El delegado del Gobierno en la Ciudad Autónoma, José Fernández Chacón, ha instado al Ejecutivo melillense a devolver al Estado sus competencias en esta materia «si no puede» atender a todos los niños y jóvenes que llegan de forma irregular desde Marruecos. En su opinión, los tres millones de euros que recibe Melilla son «más que suficientes» para atender a los 260 adolescentes que tiene actualmente acogidos el Ejecutivo melillense, una cifra «similar» a la que había al inicio de esta legislatura, aseguró.

Fernández Chacón acusó al Gobierno de la Ciudad Autónoma de «utilizar políticamente» la inmigración con sus continuas denuncias públicas acerca de la saturación que experimentan los centros de acogida.

La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, le respondió que, «además de un bocazas, es también un embustero y un incapaz». Sostuvo que actualmente están tutelados 329 menores. De ellos, 268 son extranjeros no acompañados y la mayoría están en el centro del Fuerte de la Purísima, pese a que su capacidad máxima es de 160 plazas. El resto son 78 jóvenes en régimen de acogimiento familiar, que también dependen de Bienestar Social.

Y recordó que hace 10 años, cuando Melilla recibió las competencias, sólo había 65 jóvenes inmigrantes acogidos, cifra que ha ido aumentado progresivamente año tras año.

«¿Cómo se atreve el delegado del Gobierno a hablar de que no somos capaces de controlar la situación cuando los problemas de inmigración que se están produciendo, tanto la entrada de menores como lo que ocurre en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, son de su responsabilidad?», expresó la consejera. Y dijo que el Ejecutivo «es incapaz de controlar la frontera» con Marruecos para que deje de ser un coladero. Aseguró que los pequeños marroquíes «están pasando como quieren, cuando quieren y por donde quieren todos los días», a través de los distintos puestos fronterizos (sobre todo, el de Beni – Enzar). «El delegado del Gobierno lo sabe perfectamente, porque mantenemos muchas reuniones con la Policía Nacional».

«La responsabilidad de que esos menores estén en los centros de acogida de Melilla es suya», insistió. Y descartó que vaya a devolver las competencias de menores al Estado: «Nos asusta sólo con pensarlo». «Si el Gobierno no es capaz de controlar la entrada de menores, ¿cómo va a hacerse cargo de su acogida?», se preguntó. Y aprovechó para pedir la dimisión de Fernández Chacón.