Robos en viviendas y aparcamientos privados, en joyerías y atracos a mano armada constituyen el balance oficioso de la delincuencia registrada durante el pasado mes de enero y principios de este mes. Sólo en algunos casos ha habido información procedente de las autoridades, pero en todos ellos han sido las propias víctimas las que han informado a los medios de comunicación del delito. Los datos objetivos contrastan con la actitud de las autoridades locales.

El alcalde, Tomás Herrera, declaró ayer durante la reunión de la comisión informativa de protección ciudadana que «sin restar importancia en ningún momento a cualquier hecho delictivo, que ya es de por sí preocupante, también es preocupante crear alarma social sobre algo que, por desgracia, está ocurriendo en muchas ciudades».

El primer edil añadió que en los próximos días convocará una reunión de la junta local de seguridad «a fin de conocer datos sobre la situación real, ya que no se está dando una oleada de robos y hechos delictivos» y destacó la labor realizada por los responsables de seguridad «que cuando tienen constancia de este tipo de situaciones, actúan inmediatamente para localizar y detener a sus autores».

Independientemente de las opiniones encontradas, los números de la seguridad privada revelan que la contratación de alarmas en la provincia ha subido hasta un 25 por ciento en el último año.

Diversos perfiles

El secretario general del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Madrid, Armando Rodríguez, denunció el pasado 28 de enero el «absoluto abandono» del sector en España y cifró en 100.000 los delitos que se llevaron a cabo en el territorio nacional contra establecimientos comerciales en los últimos años. Algeciras no es una excepción.

T. R. es propietaria de una joyería en La Bajadilla y cuenta que el año pasado un grupo de atracadores rumanos entró en su local mientras lo atendía su hija. Se llevaron un reloj de oro marca Omega. Recientemente avisó a la Policía porque varias personas intentaron timarle al pagarle con 200 euros una compra de tres euros. El método empleado consistía en confundir a los dependientes para ganar con el cambio. La banda ya había realizado el timo con éxito en otros establecimientos de la barriada.

«La Policía llegó a las tres horas después de que se fueran, aquí en La Bajadilla sólo vienen para poner multas, pero yo he tenido que pelear hasta para que iluminen la zona en la que tengo la tienda porque estaba completamente a oscuras».

La joyería Bahía también fue objeto de un robo por importe de 40.000 euros en la madrugada del 9 al 10 de enero. Los autores fueron detenidos cinco días después. En esta ocasión se trataba de ocho personas, de las cuales sólo dos eran menores de edad y a las que se les atribuyeron otros robos en la misma barriada a la asociación de vecinos, a una tienda de ‘Todo a cien’ y otros establecimientos hasta un total de diez. El propietario aclaró ayer que sólo se recuperaron joyas por importe de 8.000 euros. «Creo que el seguro sólo cubrirá la mitad, pero alguien deberá hacerse cargo del resto porque la alarma no funcionó», indicó el joyero.

Tiendas y domicilios

Las joyerías no son el único blanco de los delincuentes. J. D., propietario de una frutería en la barriada de San Bernabé, sufrió un atraco el pasado lunes a las siete de la mañana. Se disponía a abrir el local cuando un hombre con una gorra y una braga militar se dirigió hacia él y le pidió que le diera todo el dinero. Cuando J. D. le respondió que no tenía dinero en la caja, el atracador le apuntó con una pistola y le robó la cartera. Ayer por la mañana comprobó que durante la noche habían forzado la puerta de la frutería. Fuentes de la Policía Nacional informaron de que la investigación permanece abierta y matizaron que en estos momentos «sólo puede considerarse San José Artesano como ’zona caliente».

Las casas tipo chalet y adosados también han registrado robos recientemente, como el ocurrido el pasado mes en una vivienda de la Colonia de San Miguel. Las víctimas sostienen que los ladrones utilizaron «algún tipo de gas para dormirlos» porque no oyeron nada y al despertar comprobaron que se habían llevado dinero en efectivo, algunas joyas y que habían movido la cuna del bebé.

A todo ello se suma el robo de un coche en un aparcamiento de un bloque de edificios del centro de Algeciras y el intento frustrado por un vigilante de seguridad de sustraer otro vehículo en el parking Plaza Mayor.

El representante del Sindicato Profesional de Vigilantes (SPV), Antonio Montesinos, afirma que en los últimos dos años se ha detectado un aumento de la delincuencia en los domicilios privados de la provincia. En cualquier caso, Montesinos insiste en que no hay que alarmar a la población, sino «abordar los problemas eficazmente cuando surgen». «Sí está claro que hay una insatisfacción con la seguridad pública porque sólo en Cádiz hay 63 empresas de seguridad y 2.100 vigilantes».