Los barceloneses sucumben a los pisos asequibles de la 2ª corona

El Periodico, PATRICIA CASTÁN, 04-02-2008

No se van de Barcelona en busca de vistas al mar o a la montaña o de un gran jardín. Su principal motivación para dejar atrás la metrópoli es conseguir una vivienda por mucho menos dinero y complicaciones de las que encuentran en la capital catalana. Cada vez son más los barceloneses que descubren que su sueldo, muchas veces mileurista, da mucho más juego a unos 50 o 60 kilómetros de la ciudad. Este exilio voluntario ha derivado en una eclosión inmobiliaria en localidades de la provincia, donde la vivienda llega a costar la mitad que en Barcelona, y donde cada vez más parejas dan el salto. Terrassa, Sabadell (Vallès Occidental) han liderado un movimiento que ahora se extiende a Vilafranca del Penedès (Alt Penedès), Igualada (Anoia) y otros municipios que están absorbiendo a los que quieren vivir más holgadamente tanto económica como físicamente, después de que la primera corona haya alcanzado precios a veces tan desorbitados como la capital.
Todavía no hay cifras oficiales que ilustren los últimos movimientos del pasado año. Sin embargo, el último anuario estadístico de Barcelona (2007), con datos de población del año anterior, constata que la mayoría de los más de 62.000 emigrados del 2006 se quedaron en Catalunya. De hecho, más de la mitad se repartió por la provincia de Barcelona, con mayor peso del Vallès Occidental y, en menor medida, el Oriental. Quienes eligieron hace unos años localidades próximas a la ciudad (en especial municipios residenciales del Maresme, del Baix Llobregat y Sant Cugat y Sitges) estaban más motivados por mejorar la calidad de vida que los precios, tan disparados como en Barcelona.
Los que buscan la segunda corona (ampliada ya hasta el Anoia, por las mejoras viarias y el crecimiento de sus municipios), son tentados en cambio por los precios. Una pareja que aspire a comprar obra nueva, por ejemplo, disfrutará del doble de espacio, o la mitad de hipoteca, si se va a Igualada.
Cuantitativamente, el trasvase todavía es poco significativo, pero cualitativamente marca una nueva y creciente motivación para el exilio. El doctor en Demografía Jordi Bayona, destaca que la proporción de gente que deja la ciudad no es superior a los municipios próximos, sin embargo, destaca el hecho de que la capital catalana tiene “el mismo poder de expulsión”, pero cada vez menos poder de atracción para nuevos ciudadanos, a excepción de inmigrantes. Cabe destacar que casi la mitad de los que dejan Barcelona cada año son extranjeros que optan por agruparse en barrios específicos de municipios de la primera corona, como se recoge en la tesis doctoral del demógrafo Antoni López.
La tendencia, señala Bayona, es que más jóvenes parejas con o sin hijos opten por dejar la ciudad, mientras que hay un mayor nivel de permanencia entre solteros y personas con estudios superiores.

MOVIMIENTOS
El último padrón indica que aparentemente Barcelona ha perdido unos 10.000 habitantes en un año, lo que se puede deber simplemente a una menor inscripción por parte de inmigrantes o por las novedades en el sistema de registro. Más objetivos son, de momento, los datos inmobiliarios. Según idealista.com, uno de los principales foros inmobiliarios, Barcelona cerró el año con un precio medio de 4.769 euros el metro cuadrado en vivienda usada (con distritos en los que se alcanzaron los 5.825 euros). Le seguían Sitges, a 4.905 y Sant Cugat, a 4.616. Por contra, la cola de la provincia (contabilizando municipios con una oferta constante de más de 50 viviendas en venta) la dibujaban Igualada (2.412), Manresa (2.569) y Terrassa (2.932). Se trata de precios medios, con ofertas más bajas.
En vivienda nueva, las distancias aún son mayores, teniendo en cuenta que en Barcelona la mayoría de promociones se sitúa a más de 6.000 euros el metro cuadrado, más del doble que en la mayoría de promociones de la segunda corona.
Expertos como Ágata Maixenchs, directora comercial de Copcisa Promo, destacan que “en los últimos años las parejas jóvenes eligen iniciar una nueva vida en poblaciones próximas a la capital, como Mataró, Terrassa y otras para conseguir una mejor calidad de vida, con espacios comunes o jardín y piscina. A todo ello se une un precio más asequible y un mayor tamaño de las viviendas”. Su empresa ha apostado por incrementar la oferta en nuevas zonas.
Lo mismo que Forcadell, cuyo director general, Óscar Gorgue, afirma que “la capacidad de endeudamiento tiene un tope, por lo que la gente está buscando en los sitios donde hay un producto que pueda pagar”. Por ello, parte de la nueva oferta de la segunda corona la está absorbiendo gente de Barcelona, indica. La huída se produce sobre todo por parte de jóvenes en busca de primera vivienda. Y si las comunicaciones no son del todo buenas, se avienen incluso a cambiar de empleo.

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