El Ayuntamiento de Valladolid ordenó el jueves el desalojo de una vivienda en la que vivían 15 inmigrantes rumanos ante el estado «lamentable de deterioro y destrozo» del inmueble, según el informe que elaboraron los técnicos municipales.

La Policía Municipal acudió por la noche a notificárselo a los inquilinos y, tras permitir que los inmigrantes pernoctaran en la casa, procedió ayer a precintar la vivienda.

El Consistorio ha procedido al precinto después de las insistentes denuncias presentadas por varios vecinos. La primera voz de alarma la dio una pareja de octogenarios que vivía en el piso inferior y que tuvo que abandonar la vivienda tras ver cómo se derrumbaba el techo por una humedad procedente del inmueble habitado por los inmigrantes.

Su llamada al Ayuntamiento dio lugar a una inspección, en la que los técnicos constataron que existía «una gran acumulación de colchones, basuras y muebles destrozados». En su informe mencionaban además «mucha humedad» y certificaban que la vivienda no era apta para ser utilizada.

«Estamos hasta las mismísimas narices porque vienen a otro país y no respetan las normas», afirmó la vecina del tercero, Encarnación Alonso, quien, en declaraciones a Europa Press, señaló que los rumanos «colgaban cochinos por la ventana, los descuartizaban y la sangre resbalaba por la pared del patio». La vecina incidió en que arrojaban todo tipo de basura como «compresas, pañales y preservativos».