El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez,
adelantó a EL DÍA la campaña puesta en marcha por el Obispado para esta
Cuaresma, con el lema “Austeridad para compartir”, que se dará a conocer a los
ciudadanos a partir de mañana en todas las parroquias de la provincia tinerfeña,
con el fin de estar abiertos a reaccionar ante la injusticia y el sufrimiento
que padecen muchas personas, cercanas a nosotros, al tiempo que la Iglesia
recuerda que la solidaridad es la respuesta para paliar en buena medida estos
problemas.

Monseñor Álvarez se muestra preocupado por la situación
de la familia en Canarias y por la falta de formación cristiana en una parte de
la sociedad. Por este motivo, el obispo recordará hoy, en el sermón de la fiesta
de la Virgen de Candelaria, que Cristo es la luz del mundo (en relación a la
candela que lleva la Patrona), cuya doctrina alumbra el camino para conducir al
hombre a su felicidad.

- ¿En qué consiste la nueva campaña que inicia hoy la
Diócesis?

- El próximo miércoles comienza la Cuaresma, un tiempo
litúrgico que invita a la penitencia y a la limosna. En definitiva, a llevar una
vida más austera. En este momento queremos orientar a que esta práctica tenga
una proyección hacia los más pobres y necesidades. Aconsejamos que debemos ser
más comedidos en los gastos superfluos y reflexionar sobre la realidad de que
hay personas que ni siquiera tienen lo necesario para vivir. Al gastar menos
podemos disponer de más recursos para compartir con los necesitados. Es una
invitación a recapacitar sobre el bien que conlleva moderar los gastos
habituales, pensando en ahorrar para ayudar a los demás y comprobaremos que es
más satisfactorio dar que recibir. Con una reflexión profunda se descubre que el
consumismo no trae la felicidad.

- Esta idea siempre se ha aconsejado en la Iglesia.

- La Iglesia siempre ha mantenido la misma doctrina y,
por ese motivo, el primer viernes de febrero es siempre una jornada de ayuno
voluntario, en la misma línea de la austeridad que acabo de explicar. En esta
Diócesis hemos hecho coincidir la campaña con este día y la colecta de mañana
(domingo) se destinará a los más necesitados.

- ¿La gente es generosa en los donativos?

- Nuestra gente es muy generosa, pero, el problema está
en que los donativos no son muy numerosos. Hay personas que se sienten católicas
aunque no acuden al culto dominical. Las personas que practican no son todas las
bautizadas.

- También tienen otra campaña en activo, llamada
“Portantos”, cara a la próxima declaración de la renta.

- Desde la próxima declaración de la Renta la Iglesia
sólo va recibir de los fondos públicos que se deriven de los ciudadanos que
pongan la X. En este sentido, quiero recordar que nadie paga más dinero, sino
que marca explícitamente que desea que se destine el 0,7 de sus impuestos a la
Iglesia y también a las actividades sociales, porque desde este año se pueden
marcar las dos opciones.

- ¿Tiene ordenaciones a la vista?

- El 3 de marzo ordenaré a tres sacerdotes en la
catedral, a las 11:00 de la mañana. Son tres seminaristas diocesanos de
distintos puntos de la Isla.

- ¿Qué actuaciones tiene la Diócesis en materia de
inmigración?

- A raíz de la petición que realizó a la Diócesis la
Consejería de Bienestar Social, el Obispado ha ofrecido ya dos infraestructuras
para acoger a menores extranjeros no acompañados. Ahora están siendo examinados
por los técnicos para que dictaminen si son aptos para sus necesidades. Son
centros que nosotros usamos, pero los cedemos gustosamente y podemos trasladar a
otro lugar las actividades que realizamos allí.

– ¿Puede adelantarnos en qué municipios están?

- La Diócesis ha cedido los centros, pero compete a la
Consejería decidir si los acepta o no y también es su competencia darlo a
conocer cuando les parezca oportuno. La tarea de atender a esos chicos también
corre de parte de la Consejería.

– ¿Ustedes no atienden a inmigrantes?

– Sí, pero a través de Cáritas, que realiza una labor
insustituible. Además de los centros específicos, en las parroquias también se
llevan a cabo acciones concretas. No podemos olvidar que muchos inmigrantes son
católicos, aunque a la hora de ayudarles no se les pregunta ese dato.

– ¿Tiene alguna actividad más a corto plazo?

– Sí. La Jornada de la paz que se celebrará el sábado 23
de febrero. Juan Pablo II puso en marcha esta iniciativa antes de que comenzara
la guerra de Irak, para pedir la paz del mundo. En esta Diócesis se ha mantenido
esta jornada de forma anual, porque la paz es un bien escaso en todo el mundo.
Hay decenas de países en guerra. Se sale de la iglesia de Santo Domingo caminado
a las cinco de la mañana y en Caletillas, alrededor de las 10 de la mañana, se
unen todos los grupos y se realiza un último trayecto rezando el rosario hasta
la Basílica, donde se celebrará una Eucaristía. Suele ser muy alta la
participación. Pedimos la paz del mundo y la paz entre nosotros. Mi antecesor,
don Felipe decía que el gran problema de Canarias era la situación de la
familia, que repercute en la desestabilidad de los hijos, y se manifiesta en
problemas, como el bajo rendimiento escolar, entre otros.

– Dentro del Plan Pastoral tienen alguna acción para la
familia?

– El centro de orientación familiar de la Diócesis,
situado en las instalaciones del Seminario, cuenta con personas especializadas
en todos la problemática del momento y están a disposición de las familias que
lo necesiten. Celebramos una jornada de la familia, también en Candelaria, que
será a primeros de mayo, donde invitamos a todos. No obstante, no dejamos de
exponer el ideal de familia cristiana.

– ¿Qué pasa con los matrimonios de divorciados?

– La Iglesia acoge a los católicos divorciados que se han
vuelto a casar. Eso está claro. Se les invita y se les recuerda que deben acudir
al culto y participar en la Misa, aunque no puedan comulgar. Es una cuestión de
coherencia.

– ¿Tiene ya fecha de la visita ad
limina?

– Todavía no. Estoy a la espera, pero depende de la
agenda del Santo Padre.

– Acaba de sacar el nuevo Plan Pastoral que estará
vigente para los próximos cuatro años. ¿Qué aspecto resaltaría?

– Nos vamos a centrar en el tema de la formación de los
jóvenes. Este año, la jornada mundial de la juventud está programada en Sidney
(Australia), pero creemos que en 2009 volverá a celebrarse en España y queremos
participar. En la tarea de catequesis detectamos que los adolescentes no aceptan
algunas normas de moral, incluidos por un ambiente que no es cristiano y
queremos orientarles para que encuentren su auténtica felicidad.