El caso de Mari Luz dispara la psicosis de las desapariciones

El País, MANUEL PLANELLES, 30-01-2008

La desaparición en espacio de pocas semanas de Amy, la adolescente de Mijas (Málaga) y de Mari Luz, la niña de cinco años en Huelva, sumado a que se han conocido varias denuncias de intento de rapto de menores, ha disparado la psicosis entre los padres andaluces.

El último caso que ha alimentado la alarma se produjo el pasado sábado. Un hombre fue detenido tras intentar arrebatar a un bebé de dos años de la mano de su abuela, que paseaba con él por un centro comercial. El hombre, de nacionalidad nigeriana y en situación irregular en España, fue detenido, informó ayer La Opinión de Málaga. Según fuentes policiales, el arrestado podría padecer trastornos psicológicos.

En Guadalcázar (Córdoba), unos vecinos iniciaron una batida para capturar a cinco inmigrantes cuyo único delito fue preguntar a un niño la dirección de un taller.El niño, de 11 años y contagiado al igual que su familia por la alarma social generada por los últimos casos de raptos,aguardaba sentado en el escalón de su casa en Guadalcázar el lunes por la tarde. El Rover de color rojo, en el que viajaban cinco adultos y un menor de nacionalidad rumana, se paró frente al chaval. Uno de los ocupantes bajó la ventanilla e hizo ademán de preguntarle algo. No le dio tiempo. El niño salió corriendo. “Cuando corría vio a uno de los ocupantes bajarse, lo que le dio más miedo”, aseguraron ayer fuentes de la investigación. El chico contó lo sucedido a su tío, quien trabaja a unos 50 metros de donde se paró el coche. Y se organizó una batida en el pueblo para dar alcance al automóvil rojo. Una veintena de lugareños lograron retener a los inmigrantes en el kilómetro 21,5 de la carretera A – 305, ya a las afueras del municipio. Cuando la Guardia Civil llegó hasta el lugar, los vecinos estaban “bastante excitados”. Ahora se baraja la posibilidad de que incluso los rumanos llegaran a ser agredidos, indicaron fuentes del caso.

Los agentes se llevaron al cuartel a los cinco inmigrantes para esclarecer lo sucedido. Lo único que había en su contra era la declaración de un chiquillo que sostenía que “le miraron mal”. Tras realizar algunas indagaciones, la Guardia Civil demostró que los inmigrantes, que residen en otro pueblo cercano y trabajan en la recogida de la naranja, se habían acercado hasta Guadalcázar para comprar un automóvil en un desguace. No encontraron ninguno de su gusto y el propietario les recomendó acudir a un taller del municipio. Lo que querían preguntarle al chico era dónde estaba ese taller.

Pero éste no es el único caso de falso secuestro que se ha registrado en Córdoba en los últimos días. Hace unos días el miedo se apoderó de una barriada periférica de la ciudad. Un rumor se extendió rápidamente: habían intentado secuestrar a una menor. Luego, llegaron a ser dos los niños raptados. Pero nada era cierto. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, pidió ayer que, en la medida de lo posible, se evite “entretener el esfuerzo policial” en falsas alarmas, en referencia al caso de la niña de Atarfe (Granada) que se inventó que habían intentado raptarla.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)