POLITICA EDUCATIVA / La republicana Carme Capdevila defiende medidas «que no sean segregadoras» en la escolarización de inmigrantes como réplica a los centros pilotos para recién llegados propuestos por Maragall

Acció Social discrepa de Educació y apuesta por el modelo actual de acogida de inmigrantes

El Mundo, BELEN PARRA, 29-01-2008

Las críticas dentro del propio tripartito no arrecian.El actual modelo de integración educacional para inmigrantes sigue ganando adeptos frente al proyecto de centros pilotos para la escolarización de recién llegados propuesto hace unos días por el Departament d’Educació.


La última en alzar su voz crítica ha sido la consellera d’Acció Social i Ciutadania, Carme Capdevila, que en declaraciones a la emisora RAC1 aseguró que su Conselleria da apoyo «a todas aquellas medidas que no sean segregadoras» de la población inmigrada, por lo que explicó que «hay que acabar de ver cómo se implanta» la propuesta de Educació, ya que recordó que «de momento sólo hay un borrador». En este sentido, tambiéna agregó que «ante cualquier prueba piloto, no me cierro», puntualizó.


Carme Capdevila apostilló que el actual modelo de acogida a inmigrantes en escuelas, basado en aulas de acogida, «está funcionado», por lo que mostró sus reticencias hacia la propuesta de la Conselleria d’Educació de crear centros específicos para los inmigrantes que lleguen a medio curso.


Los recelos de la consellera Capdevila frente al nuevo proyecto de Educació se suman a los mostrados con anterioridad por la ONG Sos Racisme que en su día tildó de «política discriminatoria» la nueva medida propuesta por el gobierno de la Generalitat de crear centros educativos especiales para los niños inmigrantes que llegan a mitad del curso.


Según la ONG, esa propuesta fomentará la segregación social dentro de las escuelas y afirmó que «una política como ésta pone al inmigrante en una situación de inferioridad», que servirá para «incrementar las desigualdades», ya que este tipo de centros no responde a las necesidades «idiomáticas y formativas» de este tipo de alumnado.


El conseller de Educación, Ernest Maragall, imitando «el modelo alemán o el canadiense», anunció la creación de centros educativos especiales para los niños inmigrantes que lleguen a Cataluña en medio del curso, que servirán como paso previo a las aulas de acogida ya existentes, donde aprenderán la lengua del país y sus costumbres sociales.


En este sentido, SOS Racisme argumentó que es «totalmente innecesario» que el alumnado haga cursos específicos para aprender las costumbres sociales, ya que la mejor manera de hacerlo es «compartir escuela con niños autóctonos», por lo que así los centros educativos tendrán una «función integradora».


Esta organización también piensa que el dinero que se destinará a la creación de estos nuevos centros se tendría que invertir en «mejorar la calidad educativa, extender las aulas de acogida, en formar profesionales y en mediar la interculturalidad». Por todo esto, SOS Racismo propuso que todos los centros «reserven plazas para acoger a los niños recién llegados a mitad del curso».


La ONG aprovechó también la coyuntura actual para denunciar que, actualmente, de los 2.800 centros escolares que hay en Cataluña, tan sólo 1.500 tienen aulas de acogida pero sin profesorado especializado, ya que se han limitado a ampliar el horario del profesor concediéndole un pequeño plus económico.


Si bien el conseller Ernest Maragall advirtió de que no podía precisar cómo serán estos centros ni cuántos se crearán, sí anunció la intención de que en los mismos se impartan materias pedagógicas destinadas a facilitar la adaptación al sistema educativo, como lengua castellana y catalana o nociones sobre costumbres. Aunque no tendrán la consideración de escuelas, en función del nivel y del ritmo de aprendizaje, podrán avanzar también en asignaturas curriculares.


Maragall indicó que la medida es urgente y que, para aplicarla, no es necesario esperar a la aprobación de la ley de Educació, cuestionada desde algunos sectores. Los centros comenzarán a entrar en funcionamiento el próximo curso 2008 – 2009, y los primeros se crearán en aquellas zonas de Cataluña con mayores índices de matrícula viva, concretamente en las ciudades de Reus y Vic, tal y como anunció la Conselleria.


Por su parte, los principales sindicatos catalanes de enseñanza (Ustec·Stes y CC.OO. y UGT), «cansados» de este tipo de anuncios y «cabreados» por esta situación, consideraron «innecesarias» las aulas específicas para los inmigrantes que lleguen a medio curso.


En su momento, todos los sindicatos criticaron el modo del conseller Ernest Maragall de anunciar públicamente sus nuevas medidas, sin comunicarlo previamente a la comunidad educativa.

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