Internacional

España firma un acuerdo con Guinea Bissau para repatriar a sus inmigrantes ilegales

Canarias 7, Colpisa- Bissau, 28-01-2008

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, firmó este domingo en la capital de Guinea-Bissau un convenio en materia de control de flujos migratorios con las autoridades de este pequeño país africano, que se compromete por escrito a aceptar la devolución de sus nacionales que vivan en situación ilegal en España. Se trata de uno de los llamados acuerdos “de segunda generación”, que combinan las repatriaciones con medidas para fomentar la estabilidad, la cooperación, el empleo y el arraigo en los países de origen, y que buscan convencer sobre todo a los jóvenes de que no merece la pena arriesgar la vida en la mar a bordo de un cayuco en busca del sueño europeo.

El acuerdo suscrito obliga a los dos países a readmitir en su territorio, a solicitud del otro, a cualquiera de sus nacionales “que no tenga o haya dejado de tener derecho a entrar, permanecer o residir” en el territorio de la otra parte. Al tiempo, los dos Gobiernos se obligan a intercambiar información sensible para el control de fronteras y para la desarticulación de las redes que trafican con seres humanos en la región, así como a explorar vías para fomentar la inmigración legal y ordenada.

El Gobierno de Guinea-Bissau se ha comprometido también a llegar a un acuerdo con la Unión Europea para ampliar a su territorio el dispositivo europeo de control de fronteras Frontex, al objeto de mejorar la vigilancia marítima y aérea de sus costas. Moratinos consideró este anuncio una “buena noticia” y aseguró que España “trabajará para que cuanto antes se pueda suscribir este acuerdo bilateral entre Frontex y Guinea Bissau”.

Con este convenio, que se une a los ya firmados con Gambia, Guinea-Conakry, Cabo Verde, Ghana y Senegal, el Gobierno busca cerrar la última ‘ventana’ que quedaba abierta en la zona al tráfico ilegal de seres humanos. Al mismo tiempo, se desplazará más al sur el área que cubre el paraguas de Frontex, casi en el límite de alcance de los cayucos. “Lo que pueda venir de más abajo de Guinea-Conakry ya tendrán que ser barcos”, explicó un portavoz del Ministerio de Exteriores, convencido de que, por razones de combustible y resistencia humana, no hay cayuco capaz de llegar a Canarias desde tan al sur.

Repatriaciones

El convenio firmado por el ministro de Asuntos Exteriores este domingo en Bissau sustituye a otro acuerdo, estrictamente policial, firmado en 2003, y que los guineanos nunca aplicaron por falta de voluntad política. El actual Gobierno español comenzó en 2006, después de los asaltos a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, a aproximarse a este país para buscar un nuevo instrumento. Fruto de esas gestiones, ese año fueron devueltos a Bissau 150 inmigrantes, y otros 125 en 2007.

Guinea Bissau es un pequeño país, de superficie similar a Cataluña y apenas un millón setecientos mil habitantes que viven en la pobreza más extrema. Con una estructura institucional muy frágil e inestable, no ha visto casi la paz desde su independencia y sufre la influencia del crimen organizado, que alcanza a muchos niveles de la administración. Por su situación geográfica, las mafias han convertido su costa en el principal punto de salida de inmigración ilegal y droga hacia Europa. Frente al territorio continental tiene un archipiélago formado por unas cien islas, las Bijagos, que están casi fuera del control gubernamental. Allí se han detectado escalas de algunos buques llegados desde Colombia cargados con cocaína cuyo destino final es Europa.

Tras esta visita a Guinea-Bissau, el ministro de Asuntos Exteriores continuó su viaje hacia la República Democrática de El Congo, donde este lunes se reunirá con sus autoridades. En este país, casi tan grande como Europa y azotado por guerras crónicas, Moratinos quiere poner en valor el compromiso de España con la seguridad y la estabilidad política de toda África.

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