Valencia conmemora el Holocausto

"Nos quedamos con la esperanza que nos transmitieron y pedimos al mundo que no olvide", dicen los descendientes de supervivientes de los campos de concentración

Las Provincias, J. SANCHIS, 28-01-2008

El 27 de enero de 1945 el Ejército ruso entró en el campo de concentración de Auschwitz y el mundo descubrió hasta dónde puede llegar la crueldad del ser humano. La comunidad judía en Valencia organizó ayer, junto a la Conselleria de Inmigración, el acto conmemorativo de la Memoria del Holocausto y Prevención de Crímenes contra la Humanidad, declarado así por las Naciones Unidas en 2005.

Este año, además, se cumple el 70 aniversario de la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht), el primer acto de violencia colectiva contra los judíos de Alemania con la destrucción de comercios y casas.

Niños y mayores leyeron el testimonio de algunos supervivientes, como Primo Levi, Jean Amèry o Paul Celan, entre otros, con su llamada al recuerdo y la esperanza, leit – motiv de todo el acto, ya que tal y como recordó el presidente de la comunidad judía en Valencia, Isaac Sananes, “porque en el recuerdo de las víctimas y el ejemplo de los supervivientes reside nuestra esperanza para que esta sociedad, todavía hoy sacudida por la violencia, sea capaz de detenerse un instante para reflexionar sobre el diálogo y el entendimiento entre los pueblos y culturas”.

Para no olvidar Sananes pidió que en las escuelas e instituciones de la Comunitat “incorporen unidades didácticas que recuerden lo que una maquinaria de intolerancia puede provocar, que enseñen que la diferencia no es mala, por el contrario, enriquece siempre”.


Testimonios

Dafne Stern es nieta de uno de los supervivientes del campo de trabajo de Sachsen Hausen. Su abuelo, Herman Stern, estuvo preso durante dos meses a principios de 1939. Consiguió escapar a Uruguay y jamás regresó a Alemania. “Cuando piensas en lo que le hicieron te vienen a la cabeza los peores sentimientos, pero antes que rencor preferimos recordar la capacidad de superación y lucha y el mensaje de esperanza que nos transmitieron”, señaló Stern.

En las paredes de la sala se podía ver una pequeña exposición fotográfica de Yad Vashem, institución situada en el Monte de la Recordación en Jerusalén, titulada Kristallnacht 1938. Y la historia no terminó así. A través de 18 paneles se podía recorrer los sucesos de esos días.

El momento más emotivo fue el encendido de las siete velas del Menorah, candelabro de los siete brazos. Seis de ellas dedicadas a cada uno de los seis millones asesinados por los nazis y la séptima, como tributo de respeto a todos los pueblos.

Tamar Shuali, hija y nieta de supervivientes de los campos de concentración, aún vive marcada por lo sucedido a su familia. Su madre y sus abuelos maternos fueron atrapados en Moldavia y deportados a un campo de concentración en Ucrania. Recuerda que la hermana de su abuela tenía cinco hijos, por ello negoció con la jefa de la sección femenina del campo que los azotes que correspondían a sus hijos, y que daban a los prisioneros cada mañana, se los dieran a ella. “Tenía la espalda recubierta de marcas”, explica.

Su vida ha estado marcada por el sufrimiento de su familia. “De pequeña no podía abrir el grifo, porque me daba miedo que saliera gas”, explica o ya después “dejé de comer carne por asociación de ideas”. “Pero me quedo con el mensaje de esperanza y lucha por la dignidad del hombre”, afirma convencida.

El conseller de Inmigración, Rafael Blasco, destacó la importancia de días “como este para recordar a los más jóvenes la importancia de respetar los derechos humanos”. El candidato del PP al Congreso, Esteban González Pons, resaltó la conmemoración como forma de recordar que también hay lugares en España donde hay gente que o te mata o te impide vivir. El vicepresidente del Consell, Juan Cotino, también quiso participar en el acto.

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