LA EVOLUCIÓN DE LA DEMOGRAFÍA GALLEGA

La inmigración no logra frenar la caída del censo en cien concellos

La Voz de Galicia, Rubén Santamarta, 28-01-2008

En Galicia residen actualmente 81.500 extranjeros, aunque hay otros 97.000 con la nacionalidad española. En una treintena de municipios la población extranjera creció por encima del 50% en un solo año

En Galicia residen actualmente 81.500 extranjeros, aunque hay otros 97.000 con la nacionalidad española. En una treintena de municipios la población extranjera creció por encima del 50% en un solo año

Hay un doble fenómeno demográfico en Galicia que, en cierto modo, podría parecer hasta paradójico: dos terceras partes del territorio se han ido vaciando en el último año, pero, paralelamente, casi un 70% de los concellos han incrementado su censo de inmigrantes. Galicia no es aún un territorio especialmente atractivo para la llegada de población foránea, que no llegaba a un 3% del total de los empadronados a 1 de enero del 2007, la última fecha de referencia para el Instituto Nacional de Estadística, que acaba de publicar su último informe sobre movimientos demográficos. De ahí se revela que en la comunidad están empadronados casi 81.500 ciudadanos extranjeros (aunque hay otros 97.000 ciudadanos nacidos fuera, pero con la nacionalidad española).

Pontevedra presentó mejores números: en el 80% de sus municipios se produjo esa tendencia al alza y ganó más de 3.600 vecinos extranjeros, especialmente gracias a Vigo y su área metropolitana.

La llegada de esa población extranjera durante el año pasado no logró mitigar el éxodo poblacional en algo más de un centenar de municipios de la comunidad. En concreto, 111 ayuntamientos, algo más de un tercio del total, siguieron perdiendo población pese a que sus cifras de población extranjera mejoraron de forma sustancial. Es decir, las comunidades foráneas no sirvieron para paliar el éxodo de otros vecinos, la baja natalidad y el elevado envejecimiento. Solo en las provincias de Ourense y A Coruña esa situación se da en más de una treintena de casos, principalmente en municipios de pequeño o mediano tamaño (Fene, Melide, Boiro, As Pontes…).

El otro caso

El fenómeno contrario, es decir, municipios que ganaran población pese a perder inmigrantes, es mucho más excepcional. De hecho, en el caso de Lugo y Ourense se produce un axioma: si se pierde población también decrece el padrón de extranjeros. En las dos provincias atlánticas se encuentran hasta nueve casos, entre ellos municipios pujantes demográficamente: Vilagarcía, Teo, Culleredo u Oleiros.

Los datos del INE dejan también algunas curiosidades como que en más de una treintena de ayuntamientos el avance de su población inmigrante estuvo por encima del 50%. Hay algunos municipios en los que los resultados fueron más notables y la presencia de foráneos se duplicó en un solo ejercicio, si bien son concellos donde la presencia de comunidades extranjeras es una anécdota. Son casos como As Somozas, Cerdedo, Outeiro de Rei o Larouco, en las cuatro provincias y siempre ligado a momentos puntuales con picos de creación de puestos de trabajo.

Están estos últimos diez veces por encima de la media gallega, que para ese mismo ejercicio se incrementó un 10%. La cruz a todos ellos la ponen los municipios del interior de Lugo (Palas de Rei, As Nogais, Navia de Suarna…) o de Ourense (San Xoán de Río, entre otros), donde a la pérdida de población general se suma también que la población extranjera se ha sumado al éxodo, en ambos casos por encima del 4% en apenas doce meses. En Pontevedra solo es reseñable el caso de Marín. Y en A Coruña ocurre en el mal comunicado norte (Mañón o Vilarmaior).

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