Con cerca de 14.000 extranjeros empadronados, casi un 4,8% del censo de Vigo tiene pasaporte extranjero. Solo en el último año ganó un 23,8% de vecinos inmigrantes, algo más de 2.600 en números totales. El empuje demográfico de la primera ciudad de Galicia se puede comparar con las provincias de Lugo y Ourense: ambas sumaron alrededor de 1.300 nuevos gallegos.

Porque esos inmigrantes van buscando, principalmente, ciudades o áreas metropolitanas donde se concentra la creación de puestos de trabajo (polígonos industriales, sector servicios…). De hecho, las siete ciudades gallegas aglutinan casi la mitad del total de extranjeros de Galicia (38.600 sobre 81.000). Su mayor presencia en las urbes es patente, aunque con dos excepciones: Ourense y Ferrol. De hecho, en la ciudad naval apenas el 2% de su registro lo conforman inmigrantes; no llega a 1.500, casi la mitad que los de Pontevedra, una ciudad con un tamaño similar.