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La política de mano dura con los inmigrantes de la CDU no logra seducir al electorado de Hesse

Koch gana por una sola décima a la socialdemócrata Ypsilanti, que podría arrebatarle el 'lander'

El Correo, 28-01-2008

Alemania vivió ayer una jornada electoral que puede cambiar su rumbo político cuando faltan menos de dos años para las generales. Los resultados obtenidos en Hesse y Baja Sajonia dejaron un mal sabor de boca a la CDU de la canciller, Angela Merkel. Su candidato en Hesse, Roland Koch, que recurrió durante la campaña a la peor retórica del populismo de derecha contra los jóvenes violentos de procedencia extranjera, vivió el episodio más amargo de su carrera política al sufrir una debacle que nadie esperaba.

Los votantes rechazaron de forma categórica su línea dura y le castigaron con la pérdida de alrededor de trece puntos con respecto a los comicios anteriores. Hace cuatro años, Koch ganó con mayoría absoluta. Ayer, el democristiano de 49 años también se impuso, pero con el 36,8% de los votos, sólo una décima más que la socialdemócrata Andrea Ypsilanti. Los liberales del FPD obtuvieron el 9,5%; los Verdes, el 7,5%; y el Partido de la Izquierda, el 5,1%.

«Los electores no han sabido entender mi mensaje», dijo Koch anoche, cuando también advirtió sobre «las consecuencias que puede tener una política irresponsable» en caso de que gobernara el SPD. Ypsilanti, de 50 años y abanderada del giro a la izquierda que impuso el líder del partido, Kurt Beck, podría buscar una alianza con los Verdes y el Partido de La Izquierda para arrebatar el ‘lander’ a los cristianodemócratas.

En Baja Sajonia la CDU tuvo mejor suerte, pero a pesar del triunfo de Christian Wulff, que podrá seguir gobernando junto al Partido Liberal, sufrió una severa perdida de votos. Hace cuatro años, Wulff se impuso con un esplendido 48%. Ayer, el telegénico político democristiano defendió su cargo con sólo un 42%.

Sorpresa de La Izquierda

Tal como todo el mundo esperaba, el SPD no logró levantar cabeza en Baja Sajonia, el estado que vio nacer a Gerhard Schröder, y obtuvo un miserable 31% de votos. La sensación del día la protagonizó el partido La Izquierda, que logró un inesperado y magnífico 7%. Hasta ayer, sólo había cosechado éxitos electorales de magnitud en los cinco estados que pertenecían a la ex RDA y su peso especifico era casi nulo en Occidente.

Los buenos resultados obtenidos en Hesse y Baja Sajonia convierten a los comunistas reformados y a los disidentes socialdemócratas en un nuevo factor de poder político, una realidad que nadie podía imaginarse hace tan sólo dieciocho años, cuando la Alemania comunista dejó de existir.

Los Verdes y el Partido Liberal obtuvieron casi el mismo resultado en Baja Sajonia (8%), pero en Hesse los liberales se convirtieron en la tercera fuerza gracias al 9,4%. Los Verdes sumaron sólo un 7,5%. El partido que dirige Oskar Lafontaine logró superar la barrera del 5% en los dos estados, un porcentaje que lo convierte en el quinto partido nacional.

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