El ministro asegura que «no hay vinculación entre la inmigración y la ayuda al desarrollo» Miguel Angel Moratinos empezó ayer su gira africana en el mismo país donde la terminó en diciembre de 2005. Según el titular de Exteriores, Malí es un buen ejemplo para ilustrar cómo ha cambiado la política del Gobierno español durante la última legislatura. Hace tres años, el ministro alertó sobre el riesgo que corría el continente negro de estallar como una «bomba de relojería». Ahora, el jefe de la diplomacia española subraya los avances conseguidos durante su gestión.

«En la anterior gira, en Malí no había nada: ni Embajada, ni contactos políticos», afirma Moratinos, que considera su visita como un «viaje de balance y de afirmación de la prioridad que tiene Africa para España». Sus colaboradores insisten en que las relaciones con los países subsaharianos han avanzado gracias al Plan Africa, cuya implementación ha permitido elevar la ayuda al desarrollo hasta los 1.445 millones de euros previstos para este año, más del doble de lo que el Gobierno aportó en 2004.

Prueba de ello fue la ceremonia de inauguración de la Embajada española en Bamako, que con sus casi 1,7 millones de habitantes tiene el mayor ritmo de urbanización de Africa. Fue un acto formal, puesto que la delegación diplomática lleva ya meses funcionando, aunque sin sede propia. Durante la ceremonia, Moratinos afirmó que «España está en Malí para permanecer y colaborar en su desarrollo». Su homólogo, Moctar Ouane, subrayó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero «ha decidido construir una nueva relación con el continente africano».

Después del viaje en 1978 del entonces ministro Marcelino Oreja Aguirre, tuvieron que pasar 27 años hasta que otro representante de Exteriores acudiera a Malí, un país que ocupa el quinto puesto por la cola en el índice de desarrollo. En los últimos 30 meses ha habido ocho visitas diplomáticas españolas a Bamako. Se trata de estrechar lazos con un país cuyas actividades han empezado a interesar al Gobierno sobre todo a partir de las avalanchas de sin papeles que en los últimos años han alcanzado en cayuco el archipiélago canario.

«Hemos establecido nuevos conceptos […] y cambiado el enfoque de la política de inmigración», asegura Moratinos, subrayando que, mientras que en la anterior gestión «sólo se hablaba de seguridad», ahora se implementan programas de cooperación y se negocia la contratación de inmigrantes en los países de origen. Según el titular de Exteriores no hay que confundir el problema de los sin papeles con los programas de ayuda para en Africa. «La principal preocupación de la política española es la lucha contra la pobreza», señaló.

Después de inaugurar la sede diplomática, el titular de Exteriores anunció la próxima creación en Bamako de un centro de cooperación para toda el Africa subsahariana. Moratinos viajará hoy a Guinea Bissau y a Congo