Marruecos sitúa en su costa a militares en jaimas para controlar las pateras

Marruecos ha restituido en sus costas la vigilancia para frenar la salida de pateras hacia Canarias, después de que se hayan normalizado las relaciones con España. Se trata de militares instalados en jaimas que se van moviendo por distintos puntos, con el fin de disuadir a los que sumen a la emigración clandestina.

El Día, DORY MERINO, Tenerife, 25-01-2008

Marruecos ha restituido en sus costas la vigilancia especial para controlar la inmigración clandestina y frenar la salida de pateras hacia Canarias, tal y como confirmaron a EL DÍA fuentes diplomáticas presentes en el vecino país, quienes precisaron que se trata de militares, instalados en jaimas que se van moviendo por distintos puntos, con el fin de disuadir a los candidatos a la emigración clandestina.

Esta medida ha sido puesta en marcha por el Gobierno de Rabat después de que se hayan normalizado las relaciones entre España y Marruecos, materializadas en la vuelta del embajador marroquí a Madrid, hace unos días.

A principios del pasado mes de noviembre se tensaron las relaciones entre ambos países, hasta tal punto que el Rey alauí llamó a consultas a su embajador en España, Omar Azziman, durante un “período indeterminado”, según difundió la prensa, como consecuencia de la visita de su majestad el Rey Juan Carlos a las dos ciudades españolas que se encuentran en territorio africano, Ceuta y Melilla.

A raíz de ese hecho, Marruecos retiró de forma fulminante la vigilancia que mantenía en su costa para frenar la salida de pateras, la inmensa mayoría destino a Canarias. De hecho, en los últimos meses del pasado año, llegaron al Archipiélago varias embarcaciones clandestinas con inmigrantes magrebíes, sobre todo, a Lanzarote.

Forma de presión

En opinión de expertos en relaciones internacionales y en materia de inmigración, el Gobierno de Marruecos hace la vista gorda a las salidas de embarcaciones clandestinas hacia el Archipiélago o el sur peninsular como una forma de presión para lograr sus objetivos políticos, concretamente respecto a los contenciosos que mantiene abiertos, como son el Sáhara o Ceuta y Melilla.

Cuando logró la presidencia de España José Luis Rodríguez Zapatero mejoraron de pronto las relaciones entre ambos países y Marruecos instaló por su costa pequeñas garitas, donde se encontraba un policía, que al detectar alguna barquilla clandestina con inmigrantes la obligaba a dar la vuelta.

Así, durante estos últimos años se ha comprobado una reducción en el número de llegadas de barquillas con magrebíes hacia las Islas, y, por lo tanto, de menores de edad.

No obstante, en los días que llevamos de enero han sido tres las pateras que han alcanzado la isla conejera con inmigrantes de origen magrebí. El primer día del año llegó una embarcación con 28 personas. El día 13 arribó la segunda con seis inmigrantes y el pasado miércoles, la última con otras 12 personas, también magrebíes.

Este último grupo llegó a la costa por sus propios medios, alrededor de 17:00 horas, y los ocupantes de esta expedición desembarcaron en el municipio de Tías en Lanzarote, en una zona ubicada entre las playas de Los Fariones y Órsola.

Entre los componentes del grupo figuraba una mujer embarazada.

Los inmigrantes fueron localizados por la Policía, que los trasladó a las dependencias del cuerpo de seguridad, mientras que la mujer fue llevada al hospital general de Lanzarote.

La llegada de pateras se ha ido reduciendo. Además, desde el Gobierno de Marruecos se asegura que durante el pasado año, ese país ha logrado desmantelar un total de 304 redes de inmigración ilegal, lo que redujo en ese año en un 32% los intentos de emigración clandestina desde las costas marroquíes hacia las españolas, en comparación con los datos de 2006.

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