La violencia machista es una lacra que viven a diario miles de personas. Sólo en lo que va de año, siete mujeres han muerto a manos de sus ex maridos o compañeros sentimentales en un escenario marcado por los malos tratos. La cifra es abrumadora y saca a la luz una realidad hasta ahora escondida. Todos los asesinatos cometidos durante la tres primeras semanas de enero tienen un rasgo común: los homicidas son extranjeros. Ante esta realidad, la delegada contra la Violencia de Género, Encarnación Orozco, anunció ayer que el Gobierno central va a incrementar las campañas de información y sensibilización sobre el fenómeno de los malos tratos dirigido a la población extranjera.

La mayoría de las víctimas responden al mismo perfil de sus agresores. Ocho de cada diez mujeres asesinadas por sus respectivas parejas también son inmigrantes, una «circunstancia» que Orozco califica como «dolorosa» y «nefasta». En cualquier caso, la delegada contra la Violencia de Género considera que de momento no se puede hacer una valoración estadística fiable al entender que se trata de un periodo de tiempo muy corto.

Por el contrario, Encarnación Orozco hizo una lectura «muy positiva» de cómo ha acogido la población extranjera las medidas previstas en la ley integral contra la violencia machista . «A lo largo del año pasado se registraron más denuncias y se solicitaron más medidas de protección por parte de personas inmigrantes», se felicitó. En este sentido, la delegada contra la Violencia de Género se mostró partidaria de «seguir mejorando siempre la respuesta al fenómeno violento».

Concentración de repulsa

La campaña se dirigirá principalmente a las mujeres que puedan vivir situaciones de malos tratos, así como a su entorno. La víctimas serán informadas a través de la edición de folletos y mediante mensajes en radios y en periódicos, entre otros medios de comunicación. Orozco informó ayer de que en ninguno de los siete crímenes registrados en lo que llevamos de año las víctimas habían interpuesto una denuncia por malos tratos. «Para que el mecanismo legal se ponga en marcha es necesario hacer públicas estas situaciones», recordó. «Vamos a incrementar los cauces de información para que las mujeres víctimas de la violencia machista sepan a dónde dirigir sus denuncias y para que conozcan que están viviendo situaciones de maltrato, ya que en muchos casos no las perciben al estar dentro de pautas culturales», subrayó la responsable.

El último episodio de violencia de género ocurrido en España tuvo lugar el martes en la localidad madrileña de Alcalá de Henares cuando un joven rumano roció a su novia con un líquido inflamable en un descampado y después le prendió fuego. Se da la circunstancia de que la víctima, de 20 años y también de origen rumano, no había presentado denuncia alguna contra su pareja y presunto asesino, según confirmó ayer el alcalde del municipio donde ocurrieron los hechos, Bartolomé González. Tanto el Ayuntamiento como la Universidad de Alcalá celebraron ayer un concentración en repulsa por el crimen cometido el martes, el segundo asesinato relacionado con un caso de violencia de género cometido en el municipio madrileño en menos de una semana.

Según las primeras investigaciones, todo parece indicar que el agresor arrojó a la joven desde un coche y después le prendió fuego. El presunto asesino salió ayer del hospital de La Paz donde permanecía ingresado con quemaduras en ambas manos.