Dos hermanos marroquíes de seis y diez años de edad, que fueron abandonados por su tío ante la Jefatura de Policía Local, son los últimos menores que han pasado a formar parte de los más de dos centenares de chicos acogidos en el centro de la Purísima Concepción por la Ciudad Autónoma.

La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, ha confirmado que este mes se ha experimentado un repunte en la entrada de menores más propio de la época estival que del invierno. Además de explicar que representantes de la Ciudad Autónoma se reunieron ayer con responsables del Cuerpo Nacional de Policía para buscar explicaciones a este incremento, la consejera reconoció que la situación está suponiendo un «desgaste» tanto al Grupo de Menores (Grume) de Seguridad Ciudadana como a los técnicos de Bienestar Social, Sanidad y Consumo.

En cualquier caso, insiste María Antonia Garbín en que la única solución posible en estos momentos pasa por devolver a estos menores a Marruecos y que, una vez reacogidos por sus familias, reciban el apoyo de centros de formación. La consejera comentó que, para ello, será necesaria la colaboración de España.

Garbín asegura que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales tiene conocimiento de los problemas a los que se enfrenta Melilla. De hecho, y al margen de las estadísticas que se elaboran mensualmente y se envían al Cuerpo Nacional de Policía, Garbín ha remitido un escrito a la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, denunciando la continua dejación de funciones de la que hacen gala los países que no colaboran en la repatriación de sus súbditos.

Un problema grave

Y es que, aunque la media de edad de los menores no acompañados que acoge la Ciudad continúa siendo de catorce o quince años, la consejera reconoció que esta tendencia está variando con casos como el protagonizado recientemente por los dos hermanos abandonados por su tío. Según la versión que dieron los niños a los agentes del Grume, ambos fueron acompañados por un familiar hasta la misma puerta de la Jefatura de Policía Local.

María Antonia Garbín considera que si no se cuenta con la colaboración de Marruecos la situación «irá a peor». «Ni vemos solución», lamentó, «ni se plantea seriamente» exigir la cooperación del país vecino.

En este sentido, la consejera afirmó que prácticamente a diario se registran entradas y salidas de menores. A la espera de que se haga un diagnóstico de la coyuntura, lo que está claro es que el centro de la Purísima tiene capacidad para 160 personas y ha llegado a alojar y atender a 205. Este «hacinamiento», al que ayer contribuyó la entrada de otros ocho niños, solamente puede combatirse con «voluntad y trabajo».

Otra de las cuestiones que abordó la consejera, en este caso a preguntas de los periodistas junto a los que visitó el piso de estancia temporal para ancianos, es la actitud adoptada por la Delegación del Gobierno. Aclaró María Antonia Garbín al respecto que, desde la institución que dirige José Fernández Chacón, no se han puesto en contacto con la Ciudad Autónoma para dar respuesta a las necesidades.