Darío Menor

ROMA – Los italianos y los gitanos no pueden estar juntos. La integración es una entelequia y para evitar los enfrentamientos se debe imponer la división desde la escuela, separando a los escolares en autobuses distintos para evitar que se peleen y tengan claro desde pequeños el grupo social al que pertenecen. Esta decisión, más propia de la época fascista que de la democracia moderna que vive hoy Italia, ha sido adoptada por un distrito municipal de Roma, que ha decido acallar las quejas de los padres por las continuas peleas de esta singular manera.

La medida fue presentada por el partido Refundación Comunista, que tiene en esta zona de Roma uno de sus tradicionales bastiones. Las formaciones de centro derecha, que han hecho de la seguridad uno de sus principales arietes contra el Gobierno, la apoyaron en bloque, así como Izquierda Democrática, formada también por ex comunistas. El único que se negó a apoyar la moción fue el Partido Democrático (PD), la principal formación del centro izquierda italiano y que lidera el alcalde de Roma, Walter Veltroni.



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