Los más de 30 inquilinos hacinados en dos viviendas de Xàtiva incumplieron la orden de desalojo decretada desde alcaldía el pasado tres de enero por lo que, ante el caso omiso a la orden inicial, será un juzgado quien determine su abandono forzoso. Si el juez ratifica la demanda, el desalojo se podrá llevar a término de forma inminente en un plazo de entre siete o quince días.

En un principio, el requerimiento de alcaldía les concedía un plazo de tres días hábiles para desocupar de forma definitiva las viviendas que tienen alquiladas en las calles Corretgeria y Padre Uriós dentro del casco antiguo de la ciudad. Superado dicho periodo, los servicios técnicos municipales han solicitado la autorización para llevar a cabo la medida con carácter forzoso.

Una vez se consiga que abandonen las viviendas, se procederá a la desinfección, desratización y medidas pertinentes para garantizar la seguridad y salubridad en la zona, ya que ambas viviendas presentaban situaciones extremas de higiene.