SAN SEBASTIÁN. La Fiscalía de Gipuzkoa pide tres años de cárcel para el dueño de un bar de Irun acusado de abusar sexualmente de una empleada de nacionalidad marroquí recién llegada a España a la que presuntamente practicó diferentes tocamientos en la cocina del establecimiento y en su coche particular.

Los hechos ocurrieron entre abril y octubre de 2006, en que supuestamente el imputado «aprovechaba los momentos» en que se encontraba a solas con la inmigrante en la cocina del bar para realizarle «tocamientos impúdicos». El texto fiscal precisa que «pese a la oposición manifiesta» de la víctima que «trataba de apartarse» y le decía que le dejara «en paz», el inculpado «le agarraba por detrás, le tocaba las nalgas y el cuello e intentaba darle besos» actuando «con ánimo lúbrico, con intención de satisfacer sus deseos sexuales en detrimento de la dignidad personal e integridad moral» de la mujer.

El acusado aprovechaba también otras ocasiones en las que acercaba en coche a la trabajadora hasta su casa para tocarle los muslos y los pechos, además de realizarle propuestas para mantener relaciones sexuales a la vez que le mostraba dinero.

En una oportunidad, el hombre presuntamente llegó a agarrarla «con fuerza» para «darle un beso en la boca», lo que unido a todo lo anterior, llevó a la víctima, que acababa de llegar a España desde su país, a «una situación psicológica insostenible de pánico y miedo» que le provocó un «trastorno de la personalidad ansioso depresivo por estrés postraumático».

La Fiscalía reclama además que el acusado no pueda acercarse y comunicarse con su víctima en cinco años. EFE