La Comunitat es la tercera con mayor aumento de población entre 2000 y 2006 con un 18,34%

La autonomía es la quinta que más crece pero su renta familiar se sitúa casi 10 puntos por debajo de la media

Las Provincias, B. RÍOS, 11-01-2008

La Comunitat Valenciana fue la quinta autonomía con mayor tasa de crecimiento económico en el periodo 2000 – 2006, después de Murcia, Andalucía, Madrid y Cantabria. Y es la tercera de toda España en la que más aumentó la población en ese mismo sexenio, con un auge del 18,34%.

Los datos están reflejados en el Balance Económico Regional de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Un estudio hecho público ayer que califica de “brillante” para la economía española el periodo estudiado.

El análisis de la población es uno de los parámetros en los que la Comunitat obtiene resultados más llamativos. Y es que el porcentaje de incremento entre 2000 y 2006 supera el 18%, rozando los datos de las dos regiones líderes: Murcia, con un 19,49%, y Baleares, con un 18,76%.

Alicante y Valencia son, respectivamente, la quinta y la octava provincia con más densidad de población. Pero además Alicante y Castellón se encuentran entre las diez provincias españolas donde mayor crecimiento protagoniza el número de habitantes; están, concretamente, en los puestos cuarto y noveno con avances del 20% y del 18,76%, respectivamente, entre 2000 y 2006.

Esta evolución de la población está detrás de muchos de los indicadores de la economía valenciana recogidos en el documento.

La variación anual del PIB (Producto Interior Bruto) de la autonomía entre 2000 y 2006 fue positiva, del 3,32%; y es la quinta mayor de España. En el año 2006 el avance fue más destacable aún, con un porcentaje del 4,2% que colocó a la Comunitat como la séptima con mayor empuje.

La provincia de Valencia se sitúa igualmente en séptimo lugar en cuanto a crecimiento del PIB durante el ejercicio 2006, con una variación del 3,91% anual y del 20,19% en el sexenio. Con mejor balance sólo están Almería, Madrid, Ávila, Albacete, Cádiz y Murcia.

Pero cuando se estudian los índices relativos por habitante y en términos de poder de compra, el escenario varía. Así, el PIB a precios de mercado de la Comunitat Valenciana en 2006 está por debajo de la media española, al situarse en el 88,56% sobre 100. Y la renta familiar bruta de la autonomía es casi diez puntos inferior al promedio del país (90,25%).

Estas cifras, efectivamente, tienen su explicación en el incremento de la población de la región, así como en los bajos salarios, ambos influidos por el fenómeno de la inmigración.

Los autores del informe tildan de “aceptable” el desarrollo de la Comunitat. Y alaban los experimentados por cinco regiones: Madrid, País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, todos ellos muy superiores a la media.


Situación en España

El balance de Funcas concluye que, en términos generales, España tuvo un excelente comportamiento económico entre 2000 y 2006. Los expertos señalan, no obstante, que la construcción y los servicios privados siguieron siendo el motor de la economía en esos seis años, en los que la balanza de pagos continuó deteriorándose, lo que indica pérdida de competitividad real.

El estudio alerta del riesgo inflacionista. Calcula, de hecho, una inflación del 23,6% en el periodo analizado, esto es, un alza anual acumulada del 3,6%. Los precios de la construcción aumentaron el 39,3% (5,8% anual) y los del sector energético lo hicieron el 14,5% (2,3% al año).

Respecto a la población extranjero, los autores apuntan que “consiguió que la tasa de población activa pasara de 18 millones de personas de media en el año 2000 a 21 millones de media en 2006”, con una subida del 14,9%, según recoge la agencia Efe.

Según los cálculos de Funcas, la población residente en España creció en ese sexenio el 11,62% (2,06% en 2006) mientras que la inmigrante, que a julio de 2000 era de 841.000 personas, se elevó hasta los 3.937.404.

La evolución del mercado laboral fue positiva. El número de parados descendió un 5% mientras que el empleo se disparó un 22% por el efecto migratorio.

El balance, por último, evalúa el nivel relativo de los precios en poder de compra de las distintas regiones españolas y destaca la importante desigualdad provincial. Así, señala que las provincias más caras en 2006 fueron Barcelona, Gerona, La Rioja y Guipúzcoa, mientras que las más baratas, por este orden, fueron Badajoz, Cuenca, Cáceres y Salamanca.

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