Los contenidos de la religión los fija la Conferencia Episcopal pero los profesores los adaptan y reducen su contenido teólogico

¿Quién es Sant Joan?

La Vanguardia, , 08-01-2008

J. PLAYÀ – Barcelona

La presencia masiva de inmigrantes obliga a una revisión de los contenidos del currículum
El primer día que Alfonso, un alumno de 13 años que llegó hace un año del Perú, entró en la clase de religión católica (crédito común de 2 º de ESO), en un centro del Eixample, se encontró con una prueba-test. “Este examen no tiene ningún valor, únicamente es para saber cuál es vuestro conocimiento de la materia”, dijo para tranquilizarles el profesor.

“Has sentit parlar de Sant Jordi? de Sant Joan? de Santa Maria? Saps qui són? Saps quan se celebra la seva festa? Coneixes el perquè d´aquesta festa?”. Era la primera pregunta. De san Jordi, Alfonso sabía lo del guerrero que mata el dragón; de San Joan que es “una fiesta en la que se tiran petardos” y se celebra poco antes de acabar el cole. Lo de Santa Maria y las fechas lo dejó en blanco. Otra pregunta pedía una comparación entre una iglesia románica y otra gótica. Más difíciles resultaban las definiciones de bautismo, monje, santo Padre, ONG, mártir, Edicto de Milán y los apostóles. Sus aciertos fueron mínimos; lo mismo sucedió con el resto de la clase. Nadie sabía qué era el Edicto de Milán. Tampoco un mártir. Sobre la palabra monje, hubo definiciones para todos los gustos. “Un católico que vive en la iglesia”, dijo uno.

Muchos profesores de religión lo tienen claro: no se trata de hacer catequesis sino de enseñar cultura e historia religiosa. Este es el sentir de una parte importante del profesorado de religión, al menos en Catalunya. De hecho, aunque existen unos contenidos fijados por la Conferencia Episcopal Española y avalados por las administraciones educativas, son escasos los profesores que los siguen al pie de la letra. También los libros de texto más conocidos ofrecen una versión libre del temario. Bernat Villaronga es rotundo: “Hace años que se vació la clase de religión de contenidos catequéticos para adaptarnos a las circunstancias. Y ahora con la presencia masiva de alumnos inmigrantes esta necesidad es aún más apremiante. Sé de conocidos teólogos que son críticos con el contenido de los libros”. Por esa razón no es de extrañar que en algunos institutos, la asignatura optativa de Cultura religiosa que debe ofrecerse como alternativa a la Religión católica la imparten los mismos profesores de religión. “El analfabetismo sobre temas religiosos es muy elevado entre los alumnos de secundaria. Esperemos que a partir de ahora esta y otras asignaturas puedan combatirlo”, dice Villaronga. Incluso en varios centros católicos se imparte Cultura Religiosa más que Religión Católica. Es también una forma de atraer alumnos inmigrantes.

En segundo de ESO, el curriculum oficial habla de “la experiencia religiosa como realidad antropológica. El sentido de la trascendencia”. Otro capítulo se centra en “el mal y el pecado. La ruptura del hombre con Dios. El valor de las mediaciones”. Para muchos alumnos suena a música celestial.

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