Afalta de una semana para que las elecciones legislativas del 9 de marzo sean formalmente convocadas, el PP catalán aún no tiene candidato, es decir, no ha designado a su cabeza de lista por Barcelona. De hecho, es el único partido catalán que no ha definido a su número uno. La dirección del partido lo justifica precisamente por una cuestión de plazos: porque anunció que no cerraría sus listas hasta que los comicios estuvieran convocados. Pero también subyace otro motivo: el hecho de que el PPC ha renunciado a elegir a su candidato y prefiere que sea el propio Mariano Rajoy quien lo designe.
En esta tesitura, ha entrado en la carrera un nombre que hasta ahora no se barajaba: el de Xavier García Albiol. Explican fuentes de la cúpula popular que nada está cerrado, y que ayer el presidente del PPC, Daniel Sirera, comunicó a la permanente del partido que, como estaba previsto, no será hasta el lunes cuando empiece el proceso para definir la cara visible de los populares catalanes en las legislativas. Sin embargo, se da por descontado que alguien, en Madrid, tiene claras sus preferencias.
Y según las fuentes ya citadas, estas preferencias se decantan por García Albiol, al que se considera un hombre con imagen de renovación, que representa justo lo opuesto a lo que constituía Josep Piqué: García Albiol es y ha sido un entusiasta de la línea dura del partido. Es también un dirigente sin miedo a la contundencia, lo que demostró recientemente como alcaldable del PP por Badalona, cuando utilizó como material de propaganda electoral un vídeo que relacionaba la inseguridad, los pisos patera y los problemas de convivencia con los inmigrantes.
La cinta fue aplaudida por el PP y denunciada por el resto de partidos y por organizaciones como SOS Racisme. Pero el caso es que García Albiol sacó un rendimiento considerable del vídeo: subió de cinco a siete concejales y quedó a solo dos del PSC, que perdió tres.

MAMPORRO EN CAMPAÑA
No fue el único episodio reciente de contundencia del concejal Albiol en periodo electoral: en la campaña autonómica, en un acto en Martorell en el que Josep Piqué y Ángel Acebes fueron zarandeados, agredió a uno de los manifestantes que increpaban a los populares. “No me arrepiento y lo volvería a hacer”, declaró después. Formado políticamente en Badalona, el edil ha trascendido la tercera ciudad de Catalunya. Secretario de organización del PPC, es director de la campaña a las legislativas.

LAS ALTERNATIVAS
Los principales aspirantes a integrar la lista por Barcelona eran hasta ahora Dolors Nadal – – cabeza de lista en el 2004 – – , Jorge Fernández Díaz, José Luis Ayllón y Jorge Moragas. Pero las fuentes ya citadas afirman que si bien es probable que todos figuren en la candidatura, la dirección nacional del partido no se decanta por ninguno de ellos como cabeza de cartel, y por motivos distintos. En el caso de Nadal, y pese a que no se le culpa por el resultado del 2004 dado el efecto de los atentados del 11 – M, la cúpula que encabeza Rajoy opina que no sería conveniente que repita.
De Fernández Díaz – – de quien se afirma que ha pugnado por hacerse con la candidatura – – se juzga excesivamente significada su proximidad a los radicales postulados religiosos del Opus Dei, al margen de que es el aspirante que menos renovación representa. En principio, el nombre de Moragas no parece llamado a ser el elegido porque apenas ha hecho vida política en Catalunya.
Según otras fuentes de la dirección del PPC, el tapado podría ser Ayllón, un político joven (nacido en Barcelona en 1970), abogado, próximo a Sirera y que conoce bien el partido en Catalunya: fue líder de Nuevas Generaciones de 1997 al 2001. En el 2004, fue sexto de la lista por Barcelona.

EL MANUAL
Ayllón, segundo de Gabriel Elorriaga, secretario de comunicación, es muy bien visto por parte de Rajoy. Una de sus misiones es la de elaborar los manuales que el Partido Popular emplea para afrontar cohesionadamente sus declaraciones públicas. Sea quien sea finalmente el cabeza de lista por Barcelona, ya tiene parte de la batalla ganada: después de que en el 2004 el PPC pasará de tener 12 diputados catalanes en el Congreso a seis, solo se puede mejorar. Por lo menos, un par de escaños.