CE CASTRO. SANTA CRUZ.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, viajó ayer a Santa Cruz de Tenerife. El socialista afirmó que en su ánimo no estaba «entrar en ninguna discusión» a cuentas de la situación de los menores extranjeros no acompañados que se encuentran en Canarias, aunque subrayó que no está dispuesto a aceptar ninguna crítica desde el Ejecutivo autonómico al respecto.
Así, Caldera expuso que el presidente regional Paulino Rivero «antes de criticar» debería «obligar» a Esperanza Aguirre presidenta de la Comunidad de Madrid a acoger a menores en su territorio. El ministro extendió sus palabras a Pedro Sanz, presidente de La Rioja. Ambos líderes, del PP, se negaron a atender a menores procedentes del Archipiélago. «No están siendo solidarios con Canarias», denunció.
De igual forma y sin querer polemizar, Caldera acusó a Rivero de practicar una «política victimista» y de «anteponer sus intereses personales a los del Archipiélago». El ministro consideró que «en lugar de tanto quejarse, el líder nacionalista debe exigir al PP, su socio de gobierno, que coopere, que es quien único pone dificultades». «Rivero prefiere mantenerse en el poder con el apoyo del PP en lugar de exigirle su cuota de responsabilidad solidaria, que sí han asumido los demás, Extremadura, Castilla León o Valencia», añadió el socialista.
Por este motivo, el responsable de Asuntos Sociales adelantó que si el Ejecutivo canario alcanza acuerdos para derivar más menores a Madrid o La Rioja lo «financiará», aunque no detalló si se refería sólo a los traslados o también a su manutención en tierras peninsulares.
De igual forma, recordó que también ha planteado la posibilidad de crear un nuevo centro en las Islas. El Estado sufragaría los gastos del proyecto que debería ser proyectado por el Gobierno de Canarias, administración competente en la materia.
En movimiento
Pero no todo fueron reproches. Ayer Caldera también tuvo tiempo para destacar aspectos positivos en este espinoso asunto que enfrenta a la administración central y a la autonómica. Fundamentalmente del Estado y, más concretamente, de su labor al frente del Ministerio. Expuso que «el Gobierno se mueve» y por ello invitó el pasado mes de diciembre a una delegación de Senegal país con mayor número de menores en las Islas a que conozcan los centros de internamiento, consciente de la preocupación del presidente senegalés Abdoulaye Wade.
Esta visita serviría, según Caldera, entre otras cosas para agilizar las repatriaciones de los jóvenes a sus países de origen, que se realizarían «con todas las garantías» que exige la normativa vigente.
El ministro también avanzó que en las próximas semanas comenzarán a abrirse en diez países del continente africano los primeros Mali y Senegal una red de escuelas taller que incidan en la formación profesional de los menores y que suponga una alternativa de futuro.
Por último, Caldera recordó que el Estado ha ayudado a derivar a la península a quinientos menores y aprovechó la ocasión para desmentir su malestar por el acuerdo alcanzado recientemente por el Gobierno de Canarias con una ONG para trasladar a jóvenes hasta la localidad de Armenteros en la provincia de Salamanca, lugar de nacimiento del propio Caldera. «Si hay más envíos, ayudaremos porque no estamos pasivos ante el problema», apostilló el socialista. Canarias tiene capacidad para albergar a 300 menores, pero custodia a casi un millar.