CEUTA/ALMERIA/TENERIFE.- La Guardia Civil descubrió ayer, en el paso fronterizo del Tarajal, en Ceuta, a un inmigrante que intentaba entrar en la ciudad autónoma en un escondite imposible: el depósito de gasolina de un coche.

El vehículo era conducido por un ciudadano marroquí y, por razones que no han sido desveladas, despertó las sospechas de los agentes fronterizos, que durante estos días se mantienen en una alerta especial, dada la gran afluencia de inmigrantes que se suele producir todos los años en estas fechas.

Los guardias civiles se dieron cuenta de que el coche había sido manipulado y descubrieron un doble fondo que escondía la sorpresa: un ciudadano marroquí sin documentación, que a duras penas se había introducido en el depósito de combustible del vehículo, informa Efe.

El coche había sido adaptado para permitir que una persona adulta se escondiera en su interior, en un nuevo intento de burlar los controles fronterizos. El depósito de gasolina había sido reducido al mínimo – sólo cabían cinco litros de combustible, lo justo para cruzar la frontera – y todos los elementos mecánicos anexos habían sido eliminados.

La Guardia Civil detuvo al conductor del coche como autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Fue el primero de los 70 arrestos que se produjeron ayer en Ceuta, donde las Fuerzas de Seguridad realizaron una amplia redada en el puerto de la ciudad, en busca de inmigrantes sin papeles, que esperan escondidos la oportunidad de introducirse en los barcos de pasajeros que salen hacia la Península.

La Policía encontró a 17 personas ocultas en un buque abandonado y a otras 20 en los tejados de las instalaciones marítimas. Las demás fueron localizadas en otros puntos del puerto.

Por otra parte, en las primeras 48 horas de 2008 ya han sido localizadas dos embarcaciones que pretendían traer hasta España a un total de 90 inmigrantes sin papeles.

En Almería, en la madrugada de ayer, 36 personas fueron rescatadas de un cayuco localizado a 12 millas al sureste del cabo de Gata, después de que los propios inmigrantes avisaran con sus teléfonos a las autoridades de que su embarcación estaba a la deriva.

Entre las personas rescatadas había 10 mujeres y cuatro bebés que, como el resto de ocupantes del cayuco, llevaban en el mar desde el 31 de diciembre. Provenían de Nigeria, Sudán y Togo, y todos se encontraban en buen estado de salud.

Salvamento Marítimo había tenido la primera noticia del cayuco el martes por la tarde, cuando un nigeriano de Cataluña había llamado al 112 alertando de que un amigo suyo estaba en una embarcación perdida en el mar. A lo largo de la tarde y de la noche se repitieron llamadas similares, hasta que los propios inmigrantes se pusieron en contacto con Emergencias, informa A. Jiménez.

La otra embarcación, localizada en aguas de Gran Canaria, llegó a última hora de la noche del martes al puerto de Los Cristianos (Tenerife). Allí fueron atendidos sus 54 ocupantes, entre los que se encontraban dos mujeres y 10 menores de edad. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital de La Candelaria, afectado de una crisis convulsiva.