La Generalitat y el PSC salen en defensa del Consejo Islámico
Público, , 20-12-2007“Preferimos no valorar nada porque dentro del Consejo Islámico hay diversas sensibilidades”, afirmó ayer la directora general de Asuntos religiosos, Montserrat Coll.
La Generalitat se negó a valorar el alcance que, para la integración de la comunidad musulmana en Catalunya, puede tener que el presidente del Consejo Islámico, Lahsen Saaou, pertenezca al corriente Tabligh. Pero no sólo eso. Coll, cuya dirección general está adscrita a la vicepresidencia de la Generalitat que recae en Carod-Rovira, de ERC, evitó reiteradamente, en declaraciones a Público, admitir si conocía la orientación religiosa conservadora del presidente del Consejo.
Lo que sí dijo conocer la máxima responsable de las relaciones entre las confesiones y el gobierno catalán son “las diferentes tendencias de cada religión”, también del Tabligh.
Este movimiento procedente de la India, pese a que no se puede vincular al islamismo más radical o al yihadismo, promulga el retorno a los orígenes del Islam y nace con una profunda vocación de predicación. Algunos expertos y miembros de la comunidad musulmana sostienen que el Tabligh es difícilmente compatible con las políticas de integración de los musulmanes en las sociedades de acogida. En Catalunya hay más de 200.000 musulmanes.
No preguntarse por nadie
Público desveló ayer que Saaou está vinculado a este movimiento y así lo admitió el portavoz del Consejo Islámico, Mohamed Halhul. La cara más visible de la institución más representativa de los fieles musulmanes en Catalunya admitía un asunto sobre el que Coll pasaba de puntillas con el argumento de que la Generalitat tiene una política religiosa de inspiración “laica”. Por tanto, “no valora o se pregunta por las orientaciones religiosas de nadie”. “Además cada confesión se organiza como quiere”, remachó la directora general.
Coll, que se relaciona de forma fluida con la comunidad mulsulmana a través del Consell , destacaba “el interés” de Saaou y sus imanes afines por integrarse y ser un motor de integración.
En la misma línea, pero sin tantas prevenciones, se expresaba el diputado del PSC en el Parlament, Mohamed Chaib de origen marroquí. También en declaraciones a este periódico, el socialista empezó negando que el presidente del Consell Islàmic estuviera vinculado al Tabligh. Chaib, uno de los fundadores del Consejo, sostenía que “es irrelevante si es o no Tabligh [Saaou] y que lo importante es que cuando actúa lo hace como presidente de la entidad”.
A medida que la conversación con Público avanzaba admitía que, en todo caso, “haber tenido relación con los tablighi o haber colaborado con ellos no implica serlo”. Todo ello para acabarse preguntado “¿qué pasaría si lo fuera?”.
Chaib definió de entrada el Tabligh como un movimiento “pacífico y tranquilo”, pese a que finalmente lo definió también como “conservador”. “¡Pero eso no tiene porque ser un problema!”, sostenía antes de afirmar que, en todo caso, esa interpretación del Islam es testimonial entre los musulmanes de Catalunya.
El diputado, a quien des de otras opciones políticas se ha acusado de actuar como “correa de transmisión” del gobierno marroquí en asuntos como el conflicto del Sáhara, afirmó que “ojalá en Catalunya todos los imanes fueran como Saaou”. Según Chaib la alternativa al actual Consell Islàmic serían unos líderes espirituales radicales. “El Consejo dijo es la garantía de que las cosas se hacen bien”, aseguró.
La relación con Marruecos
El socialista aseguró “no saber” de la relación entre el movimiento conservador al que pertenece Saoou y Marruecos, un régimen que, según los críticos con el Consejo, ve en el Tabligh un freno a otros islamistas (concretamente al movimiento político-religioso ilegal, Justícia y Caridad) que no comulgan con el rey Mohamed VI. También negó que Rabat tenga intención de “interferir” entre la comunidad magrebí. CiU optó por el mutismo.
Plataforma conjunta
Yusuf Fernández, portavoz de la Junta Islámica de Madrid, quiso afirmar que “valoramos el trabajo del Consejo por la integración muy positivamente”. La entidad que Fernández representa se integra en la misma plataforma que el Consejo con otras tres. Esa plataforma intenta hacerse un hueco dentro de la Comisión Islámica de España, actualmente controlada por sólo dos entidades. La Comisión representa al Islam ante el gobierno central y es la que recibe las ayudas más cuantiosas.
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