LOS FLUJOS MIGRATORIOS|CAMBIO EN EL PERFIL DE LOS EXTRANJEROS

BCN recibe una primera ola de 5.500 abuelos inmigrantes en tres años

# El7,1%delassolicitudesdereagrupaciónfamiliar en curso son ya para traer a los padres a España Los motivos principales son el cuidado de los nietos y el acceso a una mejor atención médica

El Periodico, ANTONIO BAQUERO BCN, 17-12-2007

La reagrupación familiar de ascendentes, es decir, la decisión de los inmigrantes de traerse a sus padres a vivir con ellos, es ya un fenómeno consolidado en Catalunya y está dando lugar a una inmigración muy distinta a la existente hasta ahora, formada sobre todo por hombres y mujeres en edad de trabajar, y sus hijos. Actualmente, en cambio, Catalunya recibe de forma sostenida una inmigración de personas mayores. Según cifras oficiales, solo a la provincia de Barcelona han llegado en los últimos cuatro años al menos 5.500 inmigrantes de la tercera edad.
Según los datos de la subdelegación del Gobierno, desde el 2004 hasta finales de noviembre de este año, 5.915 inmigrantes han pedido la reagrupación familiar de sus padres en la provincia de Barcelona, lo que supone el 7,1% del total de solicitudes. De esos trámites de reagrupación, el 94% han sido aceptados.

DESENLACE LÓGICO
La decisión de reagrupar a los padres es el desenlace lógico de muchos proyectos migratorios en que, antes que nada, el extranjero debía conseguir los ansiados papeles. Una vez regularizada su situación, muchos inmigrantes iniciaban la dinámica de la reagrupación familiar con los trámites para reagrupar a los hijos, en un 60% de los casos, y al cónyuge (marido o esposa), en más de un 30%. Consumada esa fase, muchas familias foráneas deciden que ha llegado el momento de traerse a sus padres.
El requisito fundamental para poder llevar a cabo esa reagrupación es que el inmigrante demuestre que el progenitor al que quiere reagrupar depende económicamente de él. Un método aceptado para demostrarlo consiste en presentar a la Administración los resguardos de los envíos de dinero que le ha hecho llegar durante al menos un año. Además, debe acreditar una vivienda en buenas condiciones y medios económicos suficientes para mantenerlo aquí.

PROBLEMAS CON MENOS DE 65 AÑOS
La abogada Concha Par, de la Asociación de Profesionales de la Extranjería de Catalunya, señala que “si el padre o la madre del inmigrante tiene más de 65 años, no suele haber problemas en reagrupar”. No obstante, el trámite se complica cuando el ascendente al que se quiere reagrupar no ha cumplido esa edad y, por tanto, se encuentra legalmente en edad de trabajar en España. “En esos casos, reagrupar a los padres resulta más complejo”, se queja Par.
Ninoska Domingo, abogada experta en extranjería, destaca que en Barcelona “el trámite de reagrupación funciona bien y suele resolverse en el plazo de un mes”.

DRAMA CONSULAR
Para ecuatorianos y bolivianos, el problema llega al pedir el visado en el consulado de España en sus países. “Ese trámite -denuncia la abogada- se demora muchísimo. En el consulado de Quito, se está dando cita para depositar la documentación a ocho meses vista, y en el de la Paz, a cuatro meses”.
Las razones que llevan a los inmigrantes a traerse a sus padres son más variadas que para traerse a su hijos o a sus cónyuges. Una de ellas es que, como para muchos españoles, para los inmigrantes también es fundamental el apoyo de sus padres a la hora de criar a sus hijos. En base a los casos que ha llevado, la abogada Domingo, señala que “muchos inmigrantes reagrupan a sus padres para que les ayuden a cuidar de sus hijos, pues ellos tienen que trabajar y no tienen con quién dejarlos”.
Según Claudia Pedone, una experta en inmigración ecuatoriana, “la reagrupación de los padres, sobre todo de las madres, para ayudar al cuidado de los niños, forma parte de una estrategia necesaria para hacer frente a las condiciones precarias encontradas aquí”. “Esas abuelas y tías abuelas forman una auténtica red de cuidado de los niños”, señala esta experta. En muchos casos, sobre todo en el de la inmigración procedente de Ecuador, esas mujeres ya se habían hecho cargo de sus nietos durante los años en que la madre, su hija, había emigrado a España. Pedone lamenta que las restricciones a las reagrupaciones de ascendentes “endurecen las condiciones para que los inmigrantes ejerzan el derecho a vivir en familia”.
En otras ocasiones, el motivo para reagrupar son los problemas de salud de sus progenitores, difíciles de tratar en países donde la red sanitaria es muy deficiente. Ante eso, los inmigrantes intentan reagruparlos para que puedan ser atendidos en el sistema sanitario español.

AL ENVIUDAR
La soledad de los padres lleva a muchos hijos que han emigrado a traerlos a España para hacerse cargo de ellos. Según Iván Jiménez Aybar, responsable de Trayectus, una consultoría especializada en inmigración, “tratamos muchos casos de marroquís que se deciden a reagrupar a sus madres en el momento en que estas se han quedado viudas”. En otras ocasiones, los inmigrantes intentan reagrupar a sus padres pues son los únicos miembros del núcleo familiar que queda en el país de origen.

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