París se rinde a la cultura africana con dos musicales y dos muestras

El Periodico, ELIANNE ROS, 16-12-2007

Los amantes de África están de enhorabuena. Cuatro acontecimientos – – dos espectáculos musicales y dos exposiciones – – ofrecen estos días en París una visión distinta, siempre en tono positivo, de la belleza artística que emana de este continente.
Mientras en los escenarios triunfan la producción de Broadway El rey león, y la adaptación francesa de la fábula infantil Kirikou y Karaba, en el Museo del Quai Branly se puede visitar una exposición que, por primera vez, reúne los tesoros del reino de Benín y Diáspora, una original puesta en escena que explica la aportación de la cultura africana al mundo occidental, con la colaboración del azulgrana Lilian Thuram.
El deportista francés de origen antillano ejerce de hilo conductor de la exposición, que metafóricamente toma el nombre utilizado para designar la situación de las comunidades judías dispersadas fuera de Palestina. Por medio de pantallas colocadas a lo largo de la muestra, Thuram se encarga de situar la dispersión del pueblo africano a través de sus reflexiones.

HUIDA DE LA POBREZA Mientras el visitante recorre las instalaciones de arte contemporáneo que ilustran la aportación de la cultura africana a las distintas disciplinas – – desde la danza a la expresión plástica, pasando por la moda y la arquitectura – – , el futbolista va desgranando con lúcida simplicidad su punto de vista sobre las raíces africanas, la huida de la pobreza, el racismo…
“Comprendo a los racistas, son fruto de la historia. Durante siglos el hombre blanco ha estado arriba y el negro, abajo. Si no tratamos de comprender lo que pasó durante la esclavitud, no avanzaremos”, reflexiona Thuram, que a menudo ilustra su relato con anécdotas personales como la sucedida a su hijo en un colegio de Barcelona. “Mi hijo un día tuvo un problema con un pequeño español que no quería sentarse a su lado. ‘Eres un negro y me vas a contaminar’, le dijo. El niño pensó que el otro era ridículo. Lo importante eres tú, le recordé. Lo más peligroso es interiorizar la mirada que lanzan los demás sobre ti”.
Si Diáspora es una mirada actual y de proyección hacia el futuro, la exposición contigua, Benín, cinco siglos de arte real, ofrece un vasto panorama del arte y la riqueza de esta cultura situada al sur de la actual Nigeria. Son piezas realizadas en bronce y marfil, en su mayoría procedentes del expolio realizado por el Ejército británico, que tras la toma de la ciudad de Benín, en 1897, se llevó unos 2.400 objetos. Muchos de ellos se encuentran ahora en museos europeos y colecciones particulares. La reunión de estas obras con las prestadas por Nigeria constituye una ocasión única para conocer una parte esencial del arte subsahariano.
También en el corazón de África suceden las historias que llenan los principales teatros parisinos. En el Mogador, el éxito de El rey león ha llevado a prorrogarlo hasta el 30 de abril del 2008. En un mes se han vendido más de 100.000 entradas. Basado en el relato de Disney, el musical se adentra en los ritos chamánicos y los ritmos surafricanos con canciones en zulú y suahili.
El otro musical que hace furor – – en el teatro Casino de París – – es de matriz francesa. Basado en la película animada Kirikou, cuenta con 23 artistas de origen africano. “Nuestra misión es mostrar la belleza y el orgullo de un continente”, dicen.

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