VITORIA. El capitán del pesquero español que hace año y medio rescató en aguas de Malta a 51 inmigrantes, José Durá, afirmó ayer, horas antes de recibir el premio de derechos humanos René Cassin 2007 del Gobierno Vasco por esta actuación, que «volvería a hacer lo mismo». Este galardón, que concede cada año el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco a las personas o entidades comprometidas con la defensa de los derechos humanos, fue entregado anoche a la tripulación del pesquero alicantino Francisco y Catalina y a la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, compareció por la mañana con los premiados ante los medios de comunicación para explicar los motivos por los que su departamento quiere distinguir su labor en este campo.

En el caso del pesquero alicantino Francisco y Catalina, Azkarraga destacó la «generosidad» de su tripulación tras rescatar el 14 de julio de 2006 a 51 inmigrantes que se encontraban a la deriva en un cayuco a cien millas de Malta. Entre ellos había ocho mujeres, dos de ellas embarazadas, y una niña de dos años.

La tripulación compartió su espacio y alimentos con ellos durante ocho días, hasta que recibieron autorización para llegar al puerto maltés de La Valeta y desembarcar a los inmigrantes, después de que las autoridades intentaran desentenderse del problema.

Azkarraga valoró que este pesquero «abrió la vía de solidaridad en alta mar» hacia los inmigrantes, y a raíz de aquel rescate, otros barcos han seguido su ejemplo.

El patrón del pesquero, José Durá, afirmó que, pese a las penurias que pasaron, «volvería a hacer lo mismo» y recordó que él siguió «las leyes del mar y las del corazón» porque hay otros que «pasan de largo» ante una situación así.

Desaparecidos

Por otro lado, Azkarraga también resaltó la labor desarrollada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en la búsqueda de personas desaparecidas en la Guerra Civil.

Francisco Etxeberria, investigador y presidente del Departamento de Antropología de Aranzadi, declaró que «exhumando fosas lo que encontramos ahí dentro no son esqueletos, son dignidades, son personas que nunca perdieron la dignidad y que se merecían otro tanto».

Etxeberria opinó que con la identificación de los restos de las víctimas de la Guerra Civil española están consiguiendo respetar la memoria de quienes cayeron en el olvido por el «miedo» a una dictadura que se prolongó durante cuatro décadas. EFE