El centro de acogida de inmigrantes laborales de Puçol ya está a pleno rendimiento. Durante su primer mes de funcionamiento han utilizado los servicios de esta instalación 67 residentes y 12 personas no residentes. También se ha denegado la entrada como residentes a ocho posibles usuarios por no reunir la condiciones establecidas.

El principal perfil del usuario de estos servicios es el de un extranjero con permiso de residencia y trabajo permanente, de origen magrebí y que proviene de zonas como Huelva, Jaén, Lérida o Logroño, donde ya ha adquirido experiencia en trabajos temporales asociados a la agricultura.

Aproximadamente el 30% de los residentes del centro posee experiencia y cualificación en otros oficios que demanda el mercado laboral, como soldador, electricista, pintor o en el sector de la construcción. Los inmigrantes no siempre encuentran empleos de este tipo, por lo que en ocasiones deciden probar suerte en otras zonas del país.

El director del centro, Juan Miguel Gómez, explica que si el residente no consigue acceder a ningún trabajo “la media de estancia en nuestro centro de acogida es de cinco días”. Gómez señala que la necesidad de trabajo “les obliga a desplazarse a otras provincias, siendo Jaén, por la recogida de aceituna, la opción más habitual”.

El centro de acogida de inmigrantes de la localidad tiene previsto incorporar algunas mejoras. Éste va a adquirir un lavavajillas industrial que permita un funcionamiento más fluido en el comedor, en el que se sirve una media de 32 servicios, tanto de cena, como de desayuno.

Esta residencia temporal para quienes buscan un empleo también ofrecerá a sus residentes bicicletas con las que poder acudir al trabajo. Para ello se pondrá en marcha el programa “Las bicicletas son para el invierno”, en el que se pide la colaboración de todos los ciudadanos.

“Si tienes una bicicleta vieja que ya no utilices, ahora la puedes ceder al centro de acogida, que le daremos buen uso en nuestro servicio de préstamos de bicicletas”, asegura el director del centro.

La asociación Teso (Tecnología Solidaria), por su parte, cederá al centro cinco equipos informáticos para poder crear un aula de alfabetización de las nuevas tecnologías. Este recurso permitirá la elaboración de currículum por el propio usuario, la adquisición del lenguaje a través de programas específicos y la consulta de ofertas de trabajo a través de la red.

Juan Miguel González considera que esta herramienta “es de gran ayuda porque eleva la posibilidad de conseguir empleo y facilita la adquisición de recursos necesarios en su proceso de integración”.