El juzgado de Lo Penal número siete de Valencia ha condenado a un año y medio de prisión a tres de los cuatro jóvenes que participaron el 2 de marzo de 2002 en una contramanifestación en Russafa convocada por la Asamblea Antifascista. La magistrada los considera responsables de un delito de atentado, de desórdenes públicos y de un delito continuado de daños. Por los destrozos fija su responsabilidad civil en algo más de 27.000 euros. El fallo estima probado que tres de los cuatro procesados, el cuarto ha sido absuelto, participaron en los incidentes protagonizados por 23 personas que acudieron a la contramanifestación y que se relacionaron con la destrucción de un coche policial, daños en dos entidades bancarias y en un restaurante italiano.

España 2000, plataforma convocante de la manifestación contra la inmigración que provocó la contramanifestación, recurrirá porque no se ha estimado la perturbación grave a una manifestación y daños al mobiliario urbano, que supondría un incremento de la pena.