SANTA CRUZ. La presidenta de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Senado, Lentxu Rubial, afirmó ayer que el problema de los menores inmigrantes no acompañados «no es un problema de Canarias, sino un tema de solidaridad entre todas las comunidades». Al respecto, detalló que el Gobierno central ha ofrecido al canario el traslado de otros 300 chicos e hizo hincapié en la «colaboración bastante buena» que existe entre ambos ejecutivos.
Rubial hizo estas declaraciones antes de la visita que los miembros de la Comisión realizaron al dispositivo de emergencia de La Esperanza (Tenerife), en el marco de las invitaciones cursadas por el Gobierno canario a distintas entidades y organismos estatales y europeos con el fin de que conozcan de primera mano la situación de estos niños.
Al respecto, Lentxu Rubial aseguró que los senadores «ya conocían la situación», pero destacó la «dureza» de ver las condiciones en que estas personas tienen que desplazarse «sin sus padres, pero buscando una vida mejor». También consideró «más difícil» la situación al tratarse de seres humanos, «no de mercancía», aunque reiteró que habrá «un buen entendimiento» entre los dos ejecutivos y que la situación «se irá solucionando poco a poco».
Cambio de normativa
Por su parte, la consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Ejecutivo regional, Inés Rojas, explicó que la estrategia que se sigue desde el Archipiélago para «alzar la voz y defender la situación en que están los niños que llegan de África» es «muy importante». En este sentido, precisó que la intención del Ejecutivo con estas visitas, y en concreto con la del grupo de senadores, es que la normativa actual española y europea «se adapte a la nueva situación para que estos niños tengan garantizados sus derechos, también cuando cumplen la mayoría de edad». La consejera remarcó que la iniciativa de invitar a los senadores responde a interés para que «se hable en las Cortes» de esta situación «que padece Canarias directamente». A su juicio, adaptar esas leyes «nunca será igual una vez que la propia presidenta de la Comisión del Senado haya podido acudir a ver» el problema.
La responsable de Bienestar Social afirmó que los senadores «han comprendido muy bien que es importante para los chicos ver llegar, visita tras visita», a los responsables del Gobierno canario «con distintas personalidades». Al respecto, sostuvo que los jóvenes «saben que es en aras de, entre todos, echar una mano para que la situación mejore».
También dijo que los chicos «vienen buscando una vida mejor, que Canarias, por su propia limitación, no les puede dar», y consideró que lo «ideal» sería que «no tuvieran que salir de África». Asimismo, Rojas recordó que actualmente son 916 los niños que permanecen en la Comunidad Autónoma, cifra que, remarcó, es «a la baja, porque seguro que superan el millar» una vez concluyan las pruebas que se les practican para determinar su edad.
Inés Rojas señaló que el Gobierno regional distribuye a estos jóvenes en centros de su competencia y gestionados por los cabildos, dispositivo que llega a las 250 plazas pero que se ha ajustado para poder albergar a unos 400 menores. «Sin embargo, sobrepasada la cantidad hasta más de mil, con un gran despliegue de personal y material, sobran las palabras al ver que no pueden tener la integración plena que necesitan, sobre todo porque siguen llegando cayucos y esto no va a parar», expresó. La consejera insistió por último en que desde Canarias se están «adoptando medidas y aportado soluciones» para que el Estado y Europa se impliquen en la solución de esta problemática.