El desempleo extranjero se dispara hasta un 65% arrastrado por el parón inmobiliario

ABC, ALBERTO CAPARRÓS. VALENCIA., 05-12-2007

El mercado laboral de la Comunidad no da para más. A pesar de que el pasado mes se batió el récord histórico de afiliados a la Seguridad Social, con más de 2,01 millones de trabajadores inscritos, el paro continúa su escalada y en noviembre registró el peor dato de los últimos quince años, con 6.541 desempleados más (un incremento del 3,18%), que sitúan la cifra total de 209.099.
En una perspectiva más amplia, el paro aumentó un 10,12% en relación a noviembre de 2006. Desde entonces, 19.124 personas han pasado a engrosar las listas de las oficinas públicas de empleo. Esta evolución presagia un cierre del ejercicio nefasto.
El factor demográfico y la incipiente crisis del sector de la construcción explican, por este orden, un fenómeno que se muestra con especial crudeza en el colectivo extranjero, donde el paro ha crecido un 33,7% en el último año.
La desaceleración de la actividad inmobiliaria se ha cebado especialmente con los inmigrantes, con un aumento del paro superior al 70% en el sector. Pese a ello, la Comunidad todavía es percibida como una fuente de oportunidades laborales.
Es el caso de los ciudadanos rumanos que escogen Castellón. Sin embargo, el tejido económico de la provincia no puede responder la ingente demanda de mano de obra, lo que ha disparado el aumento del paro un 22% en el último año, lo que supone el mayor crecimiento de toda España, ya que multiplica por siete la media del conjunto estatal.
En esta evolución negativa ha incidido claramente el colectivo extranjero, donde el desempleo creció un 65%. Un porcentaje insostenible que indica la gravedad de la situación que se avecina si el ciclo económico continúa su actual senda de desaceleración y, al tiempo, no se frena la llegada de inmigrantes sin empleo garantizado.
En la provincia de Alicante la situación tampoco es más halagüeña, ya que el paro sigue creciendo a tasas elevadas (un 10% en el último año).
También en este caso, el desempleo entre los extranjeros pulveriza todos los registros conocidos, con un crecimiento del 40%.
El otro gran caballo de batalla con el que tendrá que lidiar el tejido económico valenciano es la decadencia de la construcción. El que fuera motor del dinamismo en la última década da síntomas de agotamiento. La escasa cualificación de su mano de obra le convertía en el receptor ideal de los inmigrantes. Sin embargo, los tiempos han cambiado.
A pesar de que todavía mantiene cierta inercia aún quedan muchas viviendas en marcha, el paro en la construcción ha aumentado el triple que la media autonómica y el incremento respecto al cierre de 2006 ya supera el 30%.
En el apartado de servicios, el repunte interanual alcanza el 10,8%, mientras que entre el colectivo de personas sin empleo anterior aumenta ligeramente (un 1,09%). En el lado positivo, el empleo en la industria se mantiene prácticamente estable.
Este cóctel afectó directamente al volumen de contratación, que cayó también un 18% en relación al pasado año.
Con estos datos, los sindicatos mayoritarios reclamaron al Consell que «abandone la política de complacencia y centrarse en apostar por el tejido productivo valenciano, la formación de los trabajadores y las actividades que generen valor añadido para invertir la tendencia negativa».
Consell: registro histórico
Por su parte, el secretario autonómico de Empleo, Luis Lobón, atribuyó al «intenso crecimiento demográfico» el repunte de los datos del paro y recordó que, según los datos del Ministerio, «nunca antes hubo tanta gente trabajando en nuestra Comunidad».

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